La palabra “Cohabitar” se refiere a dos personas que viven juntas y tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio. El término se refiere a ambas parejas, las que están comprometidas y las que nunca se piensan casar. Para aquellas que están comprometidas y están considerando el divorcio, las estadísticas demuestran una gran relación entre la cohabitación antes del matrimonio y el divorcio.

Alguno de ustedes tendrá preguntas específicas en cuanto a la cohabitación. Más abajo hay extractos de algunas preguntas y respuestas proveídas por los Obispos de Pensilvania.

 P: ¿Qué es la cohabitación?

R: “Cohabitar” se refiere comúnmente a “vivir juntos”. Describe la relación entre un hombre y una mujer que están sexualmente activos y comparten una vivienda, aunque no estén casados.

P: ¿Por qué la cohabitación es preocupante para la Iglesia?

R: La Iglesia se preocupa particularmente por la cohabitación porque la práctica es sumamente común en nuestros días, y porque a largo plazo, está causando mucha infelicidad a las parejas en la Iglesia. Esto es cierto y aunque la sociedad apruebe esta práctica – el cohabitar no se puede alinear o ajustar con los planes de Dios para el matrimonio. A lo mejor esta es la razón por la cual muchas parejas que han vivido juntas antes de casarse encuentran que es bien difícil sostener la vida matrimonial por mucho tiempo.

La Iglesia no inventó las leyes. Las continuó e interpretó lo que Dios ha revelado a través de los años. Nadie en la Iglesia tiene el derecho de cambiar lo que Jesús enseñó. Hacer esto significaría privar a las personas de las verdades de salvación que se aplican a todos los tiempos. Nuestra fe cristiana enseña que las relaciones sexuales pertenecen solo dentro matrimonio. Sexo fuera del matrimonio demuestra falta de respeto para el Sacramento del Matrimonio, lo sagrado del sexo y la dignidad humana.

P: ¿Por qué la Iglesia interfiere en la vida sexual de las parejas? Esto realmente es algo privado entre nosotros

R: El sexo es definitivamente algo privado para las personas, pero también tiene profundas dimensiones morales y sociales. El sexo trabaja como un vínculo primario en las familias y la familia es la piedra angular de la sociedad. Los derechos sexuales y sus desviaciones influyen en la salud y en la felicidad de los individuos, las familias y las comunidades. He aquí por qué el comportamiento sexual siempre ha sido el tema de muchas leyes civiles. La Iglesia, por supuesto, desea resguardar a la familia y la sociedad. Pero, más que eso, la Iglesia desea salvaguardar tu relación con tu futuro esposo(a) y tu relación con Dios. El sexo es el acto que sella y renueva el compromiso o contrato entre las parejas casadas ante Dios. Los pecados sexuales, entonces, no son solamente entre un hombre y una mujer, sino entre la pareja y Dios. Y esta es la responsabilidad de la Iglesia. El sexo no es simplemente un asunto privado.

Es entre tú y Dios, es entre tú y la Iglesia. Necesitas preguntarte: “¿Cuándo dejo yo de ser cristiano? ¿Cuándo cierro la puerta de mi habitación? ¿Cuándo mi relación con Dios termina en ese respecto?”

P: ¿Por qué necesitamos separarnos ahora? Esta es una regla arbitraria de la Iglesia.

R: La enseñanza de la Iglesia en cuanto a la cohabitación no es una regla arbitraria. Vivir juntos antes del matrimonio es un pecado porque viola los mandamientos de Dios y las leyes de la Iglesia. San Pablo señala este pecado – llamado “fornicación” -dentro o fuera de la cohabitación- que puede impedir que una persona alcance el cielo. (Ver 1Corintios 6:9). La cohabitación va en contra de los deseos más profundos del corazón e incrementa grandemente las oportunidades de fracasar en el matrimonio.

Si eres honesto contigo mismo, cada consideración práctica te dirá que separarse antes del matrimonio es lo correcto. Es tomar la decisión de huir del pecado y seguir a Cristo y Sus enseñanzas. Esta será siempre la decisión correcta. Pero es una buena decisión por otras razones muy importantes también:

  • Fortalecerá tu matrimonio
  • Profundizará en su amistad
  • Fomentará una mayor intimidad y comunión
  • Edificará tu habilidad para resolver problemas y tu habilidad para comunicarte
  • Dará a tu matrimonio más oportunidades de éxito

Puedes pensar que eres único y que la pasión por cada uno nunca se debilitará. Pero eso es lo que las parejas piensan. Nadie va a planear su matrimonio pensando en la ruptura del mismo. Sin embargo, la mayoría de las parejas hoy en día, sí se separan. Tú deberás querer ser una de esas parejas excepcionales que no solo tienen éxito en su matrimonio, sino que también viven juntos felizmente y plenamente.

Algunas parejas que están viviendo juntas piensan que la separación antes del matrimonio es superficial y poco importante. Algunas tienen miedo que poner un alto a las relaciones sexuales va a ser perjudicial para su relación. Pero esto es raramente el caso. Muchas veces, en el matrimonio, las relaciones sexuales tienen que ser suspendidas por un tiempo debido a enfermedad, servicio militar, viajes de negocio, o por el bien del esposo(a). Las relaciones no solo sobreviven esto, sino que de hecho se fortalecen. Dios recompensa el sacrificio con gracias abundantes para esa relación.

Abstenerte del sexo te ayudara a trabajar y a confiar en otros medios de comunicación que en última instancia te capacitarán para conocer mejor a tu pareja en una dimensión más profunda y perdurable.

Recursos

Catholic.net – Algunos efectos de la cohabitación
Catecismo de la Iglesia Católica – La fidelidad del amor conyugal

Los Obispos de Pensilvania escribieron sobre la cohabitación en 1999. (Haga clic aquí)