6.o Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A

El Obispo John Dolan, de la Diócesis Phoenix, ofrece esta serie de cinco partes sobre el Sermón del Monte.

Durante estas cinco semanas, estás invitado a redescubrir las palabras poderosas de Jesús encontradas en el Evangelio de Mateo.

Para más información sobre esta serie de cinco: dphx.org/Cristo-en-nuestro-vecindario

Oración

Señor, nuestro Dios, tú nos llamas de las tinieblas a la luz, del pecado a la justicia. Ayúdanos a permanecer en tu Hijo, para que podamos ser justos en todo lo que hacemos. Te pedimos esto a través de Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Comentario

1ra lectura: Sirácides 15: 15-20

Se ha dicho: “El dios que adoras es el dios que mereces.” Nuestra Primera Lectura lo sugiere. Según el libro de Sirácides, “Delante del hombre están la muerte y la vida; le será dado lo que él escoja.”

Estas palabras en blanco y negro son tiros de advertencia para aquellos que no habían cumplido con los mandamientos de Dios. Si ellos adoraran al Dios Verdadero de Israel, ellos serían salvados. Si eligieron a otro dios, morirán en sus pecados.

Es desde esta perspectiva que deberíamos leer el mensaje en la obra de Sirácides del Dios que todo lo ve: “Los ojos del Señor ven con agrado a quienes lo temen.” Dios conoce y ve a todos los que lo siguen y los que siguen dioses falsos.

Esto no quiere decir que la gente no peca. De hecho, Dios tenía un remedio para aquellos que deseaban vivir vidas justas pero se resbalaban de vez en cuando. En el Antiguo Testamento, el remedio era sacrificios diarios en el templo. En el Nuevo Testamento, era el sacrificio de Jesús el Cristo que es única, para siempre, y nunca se repetirá.

Preguntas

    • ¿Te mereces a Dios? ¿Te merece Dios?

2a Lectura: 1 Corintios 2: 6-10

Nuestra primera lectura nos recordó que Dios ve todo y a todos. Nuestro corazón interior y conciencia se revelan a Dios por el modo en que seguimos sus mandamientos.

Ahora, mediante de la entrega del Espíritu Santo, tenemos la bendición de mirar dentro del corazón de Dios. Aquellos que viven en el Espíritu ven a Dios en un modo que no pueden los que no tienen el Espíritu. En el Espíritu, vemos a Dios en un modo “Misterioso” y “oculto”. Vemos ” hasta lo más profundo de Dios.”

Como Católicos, celebramos este oculto Misterio de Dios en Cristo; especialmente en la Eucaristía. Con el Cordero de Dios acostado en nuestros altares cada domingo, proclamamos “el misterio de nuestra fe.”

Este sacrificio en nuestro altar de una vez por todas, para nunca ser repetido es difícil de entender para los que no creen. Aquellos que no viven en El Espíritu viven sólo en la “sabiduría de esta era”, y no en la sabiduría y el misterio de la fe en Cristo el Señor.

Preguntas

    • ¿Cómo supera tu fe la mera “sabiduría” humana?

Evangelio: Mateo 5: 17-37

Mientras continuamos en el Sermón del Monte que nos dio Jesús, lo escuchamos decir de las leyes: “no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud.” Él ofrece algunos ejemplos de una ley cumplida:

  1. No matarás también incluye, no vivirás enojado.
  2. No cometerás adulterio incluye, no lujurias.

Es interesante observar estas dos Leyes (arriba) son de los Diez Mandamientos originales y se espera que los discípulos de Jesús vivan de acuerdo con el Espíritu de la ley. Los siguientes cuatro Ejemplos (dos de este fin de semana y dos del próximo domingo) se atribuyen a Moisés, pero son aparentemente invertidos por Jesús.

  1. Quien divorcie a su esposa debe presentarle un certificado de divorcio se convierte a, quien se divorcia de su esposa expone a su mujer al adulterio.
  2. No hagas un juramento falso, sino haz bien al Señor todo lo que juras se convierte a, No jures. Deja que tu “Sí” signifique “Sí” y tu “No” significa “No.”

En cada uno de estos casos, escuchamos al Señor decir: “A menos que tu justicia supera la de los Escribas y de los Fariseos, no entrarás al reino de los cielos.” Viviendo sólo según la letra de la ley nos limita en nuestro crecimiento y relación con Dios y con el pueblo de Dios. Si vivimos sólo por la letra de la ley, podemos pasar a través de la vida sin una relación basada en amor. ¡Dios espera más!

Preguntas

    • ¿Qué más espera Dios de ti más allá de siguiendo Sus mandamientos?

La Tarea de Esta Semana

El Día de San Valentín es esta semana. ¡Dile a alguien que lo amas!

Oración del Grupo

El grupo ora lo siguiente:

Dios, Padre mío, que te ame en todas las cosas y sobre todas las cosas. Que alcance el gozo que Tú has preparado para mí en el cielo. Nada es bueno que esté en contra de Tu Voluntad, y todo lo que es bueno viene de Tu Mano. Coloca en mi corazón un deseo de complacerte y llenar mi mente con pensamientos de Tu Amor, para que yo pueda crecer en Tu Sabiduría y disfrutar Tu paz. Amén.

Continúe con el Salmo 118

Salmo

Respuesta: Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.

Dichoso el hombre de conducta intachable,
que cumple la ley del Señor.
Dichoso el que es fiel sus enseñanzas
y lo busca de todo corazón.

R. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.

Tú, Señor, has dado tus preceptos
para que se observen exactamente.
Ojalá que mis pasos se encaminen
al cumplimiento de tus mandamientos.

R. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.

Favorece a tu siervo
para que viva y observe tus palabras.
Ábreme los ojos para ver
las maravillas de tu voluntad.

R. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.

Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes
y yo lo seguiré con cuidado.
Enséñame a cumplir tu voluntad
y a guardarla de todo corazón.

R. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.

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