5.o Domingo de Cuaresma
Oración
Concédenos, Dios todopoderoso, que las prácticas anuales propias de la Cuaresma nos ayuden a progresar en el conocimiento de Cristo y a llevar una vida más cristiana. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Comentario
Primera Lectura: Isaías 43:16-21
El Reino de Israel había sido dividido (Israel en el norte y Judá en el sur) en el momento que Isaías llegó con su voz profética. Enseguida advirtió de la inminente destrucción de Jerusalén y de cómo los Judios serían exiliados poe culpa de sus pecados.
Sin embargo, para no ser un profeta pesimista y negativo, Isaías asegura a aquellos dispuestos a escuchar que Dios será su salvador. Él dice:
“No recuerden lo pasado ni piensen en lo antiguo;
yo voy a realizar algo nuevo.
Ya está brotando. ¿No lo notan?”
El salmo de este domingo refleja la alegría que la
gente siente al regresar del exilio y reunirse con Dios:
“Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, Nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas, La lengua de cantares.. “
Pregunta
A pesar de sus pecados, Dios amó a su pueblo escogido y esperaba su regreso. ¿Estoy viviendo en mis pecados pasados y en mis malos actos? Si es así, ¿qué puedo aprender de esta lectura de Isaías?
Segunda lectura: Filipenses 3:8-14
Esta segunda lectura de San Pablo continúa el tema de Isaías: ¡No mires hacia atrás!
“Olvido lo que he dejado atrás, y me lanzo hacia delante, en busca de la meta y del trofeo al que Dios, por medio de Cristo Jesús, nos llama desde el cielo.”
Tomando todo como una pérdida, a excepción de la vida en Cristo, San Pablo está exhortando a los Filipenses a dejar las cosas de este mundo; incluyendo el pecado.
Reconocer nuestros pecados está bien. Vivir en una naturaleza de pecado no lo está. Debemos de enfocarnos en como Cristo ha tomado posesión de nosotros. Esto significa que nuestra naturaleza es la gracia – no el pecado. Permanecer en gracia es la forma de vivir.
San Pablo nos advierte acerca de tratar de arreglar nuestra naturaleza pecadora por nuestra cuenta. Él reconoce que ni el debe “haber obtenido la justificación que proviene de la ley, sino la que procede de la fe en Cristo Jesús.” La gran tentación de arreglar nuestros pecados solos es una trampa. Terminamos metiéndonos en más problemas. En vez de hacer esto, si ponemos nuestra esperanza y fe en Cristo evadiremos esta trampa y llevaremos una vida recta y llena de gracia con Dios.
Preguntas
¿Alguna vez he tratado de corregir mis malos hábitos por mi cuenta sin la ayuda de Dio? ¿Cómo me siento cuando le pido ayuda a Jesús?
Evangelio: Jn 8:1-11
¿Qué escribió Jesús en el suelo? Nadie está completamente seguro, pero los primeros Padres Cristianos de la Iglesia presumen que pudo haber escrito el
pasaje de Jeremías 17:13:
“Tú, Señor, eres la esperanza de Israel:
todos los que te abandonan quedarán confundidos, los que se apartan de ti serán escritos en el polvo, porque han abandonado el manantial de agua viva.”
Esto puede tener cierta validez, ya que Jesús se refiere a sí mismo como la “Fuente de agua viva”, en Juan 7:38 (sólo 11 versos antes de esta historia cuando acusan a una mujer de adulterio).
Si este es el caso, se podría suponer que Jesús estaba poniendo una trampa para la multitud. Él escribe este pasaje y, suponiendo que la multitud leyó lo que escribió, deben haber pensado que este pasaje se refería a la mujer adúltera. Entonces Jesús se enderezó y dijo:
“Aquel de ustedes que no tenga
pecado….” Jesús, otra vez, escribe en la tierra. Ahora, ellos entienden que el pasaje se refiere a ellos.
Sea o no el pasaje que Jesús escribió en el polvo, todos estamos de acuerdo en que el mensaje que estaba dando era, “¡Oigan, pecadores, mírenme a mí! ¡Ah, y no tiren piedras!”
Todos tenemos que venir a Cristo, la fuente de agua viva. Es sólo en Cristo que nuestros pecados son purificados. Nadie está exento de esto, porque todos hemos pecado.
Pregunta
¿Alguna vez he sido rapido para lanzar una piedra por el mal que han cometido contra mi o contra los demas?
La tarea de esta semana
Tenemos la oportunidad de regresar a Cristo por medio del Sacramento de Reconciliación. Considera asistir al servicio en nuestra iglesia o en una paroquia en nuestro lugar. Esta es la mejor forma de preaparte para la Pascua y renovar tu compromiso con Dios, la primavera de agua viva, que purifica nuestros pecados.
Oración del Grupo
Después de un breve exámen de consiencia, el líder del grupo invita al grupo a recitar el yo pecador:
Yo confieso ante Dios todopoderoso, y ante ustedes hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siem- pre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos que intercedan por mi ante Dios, Nuestro Señor.
Luego, el líder invita a los reunidos a rezar el salmo del 5to Domingo de Cuaresma.
Salmo
Respuesta: El Señor ha estado grande con nostros, y estamos alegres.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía que soñábamos:
nuestra boca se llenó de risas
y nuestros labios, de canciones.
R. El Señor ha estado grande con nostros, y estamos alegres.
Hasta los mismos paganos decían:
“¡El Señor hizo por ellos grandes cosas!”.
¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros
y estamos rebosantes de alegría!
R. El Señor ha estado grande con nostros, y estamos alegres.
¡Cambia, Señor, nuestra suerte
como los torrentes del Negueb!
Los que siembran entre lágrimas
cosecharán entre canciones.
R. El Señor ha estado grande con nostros, y estamos alegres.
El sembrador va llorando
cuando esparce la semilla,
pero vuelve cantando
cuando trae las gavillas.
R. El Señor ha estado grande con nostros, y estamos alegres.
Concluir con el PADRE NUESTRO
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