5.o Domingo de Pascua
Oración

Padre amoroso,

Abre nuestros ojos para ver a su hijo que resucito y abrió para nosotros la promesa brillante de la inmortalidad. Que seamos testigos al testimonio de su vida, muerte y resurrección en este Tiempo de Pascua y durante toda nuestra vida. Concede esto por Cristo nuestro Señor. Amén.

Comentario

Primera Lectura: Hechos 14: 21-27

La semana pasada, leímos que Pablo y Bernabé comenzaron a proclamar el Evangelio a las naciones gentiles. A pesar de que fueron expulsados, siguieron proclamando la Buena Nueva en otras regiones.

Nuestra 1ª lectura de esta semana continúa con su viaje luego, volviendo a Antioquía, reportando “cómo les había abierto a los paganos las puertas de la fe”.

Los Hechos de los Apóstoles fue escrito por el mismo autor del Evangelio de Lucas. Este autor tenía una conexión especial con el cuerpo gentil de la primera comunidad cristiana. Lucas fue sin duda un miembro de la Iglesia de habla griega. Que era o no era antes un Judío viviendo dentro de las Comunidades de habla griega es desconocido. Que recibió el Evangelio con alegría es claro.

.

El Evangelio de Cristo se extendió como un reguero de pólvora entre los Gentiles y se ha pasado a todas las naciones y las generaciones. Estamos muy agradecidos a los Padres antiguos de la Iglesia – la mayor parte de los cuales eran de origen gentil – por habido propagado la fe.

Pregunta

¿Quién fue la primera persona que transmitió la fe  a usted?

Segunda lectura: Apocalipsis 21: 1-5

“Ahora yo voy a hacer nuevas todas las cosas” Estas palabras han resonado por todos los años y continúan a sacudir nuestro mundo de hoy.

La novedad que el Señor habla de una “ciudad santa, la nueva Jerusalén… del cielo” El Jerusalén Celestial tiene nada que ver con una parcela terrenal o de propiedad inmueble en la antigua Tierra Prometida.

No tiene nada que ver con un templo hecha de ladrillo y piedra. Más bien, la Nueva Jerusalén tiene un templo hecho de piedras vivientes (miembros de la Iglesia) con Jesucristo siendo la piedra angular.

Mientras que oramos por la paz en la Tierra Santa y en nuestro mundo terrenal, “el primer cielo y la primera tierra” estan desapareciendo (han desaparecido). Mientras que muchos en nuestro mundo de hoy luchan para ver hasta las sombras más tenues de “un cielo nuevo y una tierra nueva”, los cristianos fieles ven a la tierra en la que vivimos como una “sombra del pasado” Lo antiguo, ha cedido a lo nuevo.

Pregunta

¿Es lucha para usted en dejar de lado las cosas pasajeras de este mundo a favor de una Nueva Jerusalén?

Evangelio: Juan 13: 31-35

Nuestro Evangelio nos lleva de nuevo a la noche antes de que Jesús muera y donde esta reunido con sus discípulos. Después de que Judas (su traidor) se va, Jesús habla de sí mismo como siendo “glorificado”. No es sólo después de La Pascua, cuando comienza la Nueva Jerusalén. La nueva Jerusalén comienza con el sacrificio del Cordero de Dios en la cruz y la salida de la antigua Jerusalén es simbolizada después de que “Judas salió” de su compañía. Lo viejo se cede a lo nuevo.

Junto con la nueva Jerusalén, Jesús nos da un mandamiento nuevo. Se resume en ocho simples palabras: “que se amen los unos a los otros” Los mandamientos de la antigua Jerusalén se ceden a lo nuevo.

En la antigua Jerusalén, gente reconocía que Dios estaba con ellos y que fueron especialmente elegidos cuando fueron testigos de la forma en la cual los israelitas se mantenían en la Ley. Del mismo modo, Jesús recuerda a sus discípulos de la nueva alianza: “por este amor reconocerán todos que ustedes son mis discípulos”

Pregunta

¿Cómo es el amor por otros una parte importante de su fe en Cristo?

La tarea de esta semana

Tómese el tiempo esta semana para enfocarse en el amor. Lea los pasajes de las Escrituras siguientes y medite en ésta, la más bella virtud:

Mateo 22: 37-40

1 Corintios 13: 1-8

Romanos 13: 8-10

Gálatas 5: 22-23

1 Juan 2: 3-11

Oración del Grupo

El grupo reza la siguiente oración:

Dios mío, te amo sobre todas las cosas, con todo mi corazón y mi alma, porque tu eres todo bueno y digno de todo mi

amor. Yo amo a mi prójimo como a mí mismo por

el amor de ti. Perdono a todos los que me han herido y pido perdón a todos los que he herido.

Continúe con el Salmo 145.

Salmo

Respuesta: Bendeciré al Señor eternamente. Aleluya.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar.

Bueno es el Señor con todos

y su amor se extiende a todas sus creaturas.

R. Bendeciré al Señor eternamente. Aleluya.

Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan.

Que proclamen la gloria de tu reino Y den a conocer tus maravillas.

R. Bendeciré al Señor eternamente. Aleluya.

Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino.

Tu reino, Señor, es para siempre,

y tu imperio, por todas las generaciones.

R. Bendeciré al Señor eternamente. Aleluya.

Concluir con el PADRE NUESTRO

Utilizar con autorización. Todos los derechos reservados. Cristo en Nuestro Barrio es un programa de Escritura diseñado por El Obispo John Dolan de la Diócesis de Phoenix.