20.o Domingo del Tiempo Ordinario
Oración

O Sagrado Corazón de Jesús,
Inspira nuestros corazones con sabiduría. Llena nuestros corazones de amor. Fabrica nuestros corazones para Misericordia. Conforme nuestros corazones al Tuyo. Amén.

Comentario

Primera Lectura: Jeremías 38: 4-6, 8-10

Continuamos nuestro retiro de seis semanas sobre la tema: “Donde está tu tesoro, allí también estará tu corazón.”

La Primera Lectura es bastante dramática. El profeta Jeremías, siempre obediente, es lanzado en la cisterna. Ha interrumpido el camino de la vida de los que le rodean por decir la verdad. La verdad daña y – en este caso – daño a Jeremías.

Sin embargo, Jeremías prevé un dolor y daño para el pueblo que se niegan a obedecer al Señor. Él prefiere soportar el cisterna, sin comida ni agua, en vez de no cumplir con su deber de anunciar una verdad que podría ayudar al pueblo a evitar una fatalidad inminente. El dolor del pueblo será mayor al de el, si se niegan a confiar en el Señor.

A través de la intercesión de un oficial de la corte, El rey libera a Jeremías. Jeremías, por su parte, continúa su misión profética de anunciar la verdad, para que su audiencia sea liberada de sus modos tontos.

Cristianos creen que Jesús es el camino, LA VERDAD, y la vida. Tenemos que dejar que nuestra VERDAD viviente hable a nuestros corazones.

Pregunta

¿Cómo intercedes por otros que han desviado de la verdad?

Segunda lectura: Hebreos 12: 1-4

Hebreos dice: “todavía no han llegado a derramar su sangre en la lucha contra el pecado.”
Quizás es tiempo de hacer una revisión de corazón.
¿Puedes relacionar con lo que dice Hebreos? Diciéndolo sin tapujos, ¿Alguna vez has sido arrojado a una cisterna, tirado a los leones, o clavado en la cruz por haber resistido el pecado? ¿To lucha para atenerte a la Verdad te ha costado algo de gran importancia?

Dónde está tu tesoro, allí también está tu corazón.
¿Valoras – realmente valoras – una relación con Dios?
¿Vale todo para ti esa relación? Hebreos nos advierte de no “perder el ánimo” y mantener nuestros ojos fijos en Jesús que nos atesora tan grandemente que murió por nosotros.

La perseverancia y “correr la carrera” sólo fortalecerá nuestro corazón. El ejercicio de nuestra fe y mirando a Jesús al final de nuestro maratón en la tierra cosechará una recompensa eterna. El Cristianismo no es para los débiles de corazón.

Pregunta

¿Cuál es tu ritmo-cardiaco Cristiano? ¿Está latiendo tu corazón al mismo ritmo que late el Sagrado Corazón de Jesús?

Evangelio: Lucas 12: 49-53

¿Alguna vez has notado la imagen del Sagrado Corazón de Jesús con llamas?

Un corazón Cristiano, conformado al Sagrado Corazón de Jesús debe estar en fuego. El fuego, sin duda, puede ser demasiado tanto para que otros lo aceptan. Cristianos con corazones ardientes pueden ser ridiculizados por ser demasiado evangélicos o espirituales. Jesús advierte a sus seguidores que esto provocara malestar entre aquellos que se enfrentan a Cristianos en fuego para el Señor.

Sin embargo, cuando nos referimos a Cristo como la luz del mundo, nos recordamos que él dijo lo mismo sobre nosotros: “Ustedes son la luz del mundo.” Cuando dijo esto, no se refería a las linternas eléctricas. Él se refería a las velas o antorchas. Las linternas electrónicas son inocuas. Las velas y las antorchas pueden quemar.

Los cristianos deben ser excitados al despertar cada día y participar en la misión del Señor para establecer fuego a la tierra. ¡Qué oportunidad para todos los que conforman sus corazones al Corazón de Cristo para abrir un camino que otros puedan seguir!

Pregunta

¿Es tu corazón una linterna electrónica o una antorcha encendida?

La tarea de esta semana

Toma el tiempo para leer el Catecismo de la Iglesia Católica, Artículo 8: El Octavo Mandamiento.

Reflexiona sobre los diferentes artículos relacionados con viviendo en la Verdad. Llévalos a la oración y pregúntate lo siguiente:

1) ¿Cómo he aceptado a Jesús como LA VERDAD en mi vida?
2) ¿Cómo voy a anunciar LA VERDAD viviente en una manera única y vibrante de aquí en adelante?

Oración del Grupo

El grupo ofrece la siguiente oración de Santa Margarita María Alacoque:

Oh Jesús mío, has dicho: “En verdad les digo, el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán “.
Alentados por tus palabras infalibles ahora te pedimos la gracia de (nombre aquí tu petición)

Padre Nuestro…. La Santa Maria Gloria sea al
Padre, y al Hijo, y al Espiritu Santo; Como era al principio, es ahora, y será siempre: por los siglos de los siglos. Amen.

Sagrado Corazón de Jesús, confío totalmente en ti.

Continúe con el Salmo 

Salmo

Respuesta: Señor, date prisa en ayudarme.

Esperé en el Seño con gran confianza;

él se inclinó hacia mí

y escuchó mis plegarias.

R. Señor, date prisa en ayudarme.

Del charco cenagoso

y la fosa mortal me puso a salvo;

puso firmes mis pies sobre lo roca

y aseguró mis pasos.

R. Señor, date prisa en ayudarme.

El me puso en la boca un canto nuevo,

un himno a nuestro Dios.

Muchos se conmovieron al ver esto

y confiaron también en el Señor.

R. Señor, date prisa en ayudarme.

Concluir con el PADRE NUESTRO

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