1.o Domingo de Adviento
Oración

Amado Padre, al comenzar un nuevo año de gracia, que podamos corregir nuestras faltas y dirigir nuestros corazones hacia ti. Que tu voluntad se haga y que tu Hijo vuelva a nosotros en gloria. Esto te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.

Comentario

Primera Lectura: Jeremías 33: 14-16

¡Feliz año nuevo!

Nuestra fe Católica celebra un año litúrgico nuevo en la temporada de Adviento.

La Lectura de Jeremías es seleccionada para nuestro primer domingo de Adviento para mantenernos preparados. Comenzando nuestro nuevo año litúrgico, se nos recuerda que tenemos que estar vigilantes y preparados para la venida del Señor. En esencia, la forma en que comenzamos nuestro año es la misma en que deberíamos conducirnos durante todo el año. ¡Siempre deberíamos estar preparados!

Como Cristianos, nos preparamos para la Segunda Venida de Cristo. Esto, por supuesto, presume que hubo una Primera Venida de Cristo. Al comenzar esta temporada de Adviento, es importante recordar a los profetas de la antigüedad y sus advertencias para estar preparados para la primera Venida del Señor.

La lectura del profeta Jeremías reaviva en nosotros la alegría que tenían los Judíos al anhelar la venida del Mesías, nacido del “vástago” de David – el gran rey. Dios había prometido que la gente de Judá estaría segura. Jeremías alienta a la gente a que “se acercan los días” cuando la promesa del Señor se cumplirá.

Pregunta

¿Confías en que la promesa del regreso de Cristo será cumplido?

Segunda lectura: 1 Tesalonicenses 3: 12-4: 2

Al considerar la Segunda Venida de Cristo, también se nos espera que vivamos como conviene, para agradar a Dios para que cuando él regresa, nos encuentre “irreprochables en la santidad ante Dios.”

Han pasado muchos años desde que el Señor ascendió al cielo y, muy probablemente, veremos muchos más años antes del regreso de Cristo. Esto podría causar que nos cansemos o nos relajemos mientras esperamos.

Sin embargo, debemos recordar que Jesús dijo – a pesar de que se sienta a la diestra de Dios en cielo – se quedaría con nosotros hasta el fin del tiempo. Esto significa que, aunque hay que esperar, no esperamos solos. Él está con nosotros, incluso mientras esperamos la plenitud de su gloria. Confiamos en la presencia de nuestro Señor para que él conserve nuestros corazones y nos “haga rebosar de un amor mutuo”.

Pregunta

¿Cómo ves al Señor contigo mientras esperas a Su regreso en la gloria?

Evangelio: Lucas 21: 25-28, 34-36

Parece que cerramos la liturgia del año anterior (semana pasada) con una advertencia apocalíptica. ¿Por qué empezamos nuestro año con el mismo idioma de pesimismo?

Por supuesto, si bien el año es nuevo, nada realmente ha cambiado para Cristianos que esperan la venida de Cristo. Cerramos un año y abrimos un nuevo año con el mismo mensaje. Y, el mensaje es alto y claro. – ¡Estar preparado!

El mundo que conocemos está pasando. Un día, no existirá. Y mientras que la gente tendrá miedo e incluso “se morirá de terror y de angustiosa espera” deberíamos estar preparados para la Gloria de la Venida del Señor.

San Lucas nos anima a “poner atención” cuando vemos los signos del Día del Señor y levantar la cabeza porque nuestra redención está en mano.

Lucas también nos da una advertencia para estar vigilantes y preparados para la venida, para que el Señor no nos encuentre atrapados en las ansiedades cotidianas de esta vida.

Pregunta

¿De qué manera te permaneces vigilante para la venida de El Señor?

La tarea de esta semana

El Adviento es un tiempo para comienzos nuevos. Es el comienzo de nuestro nuevo año litúrgico. Es también el comienzo de un nuevo ciclo de lecturas de nuestro Leccionario; incluso El libro de Los Evangelios. Este año, comenzando con el primer domingo de Adviento, leeremos del evangelio de Lucas.

Considera leer en oración el Evangelio de Lucas esta Semana o durante la temporada de Adviento. Solo hay 28 capítulos.

Oración del Grupo

Canta o di lo siguiente:

¡Oh, ven! ¡Oh, ven, Emmanuel! Libra al cautivo Israel,

Que sufre desterrado aquí Y espera al Hijo de David,

Alégrate, ¡oh Israel!

Vendrá, ya viene Emmanuel.

¡Oh, ven Tú, Vara de Isaí! Redime al pueblo infeliz Del poderío infernal,

Y dale vida celestial.

Alégrate, ¡oh Israel!

Vendrá, ya viene Emmanuel.

Continúe con el Salmo 24.

Salmo

Respuesta: Descúbrenos, Señor, tus caminos.

Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina.

Tú eres nuestro Dios y salvador

y tenemos en ti nuestra esperanza.

R. Descúbrenos, Señor, tus caminos.

Porque el Señor es recto y bondadoso,

indica a los pecadores el sendero,

guía por la senda recta a los humildes

y descubre a los pobres sus caminos.

R. Descúbrenos, Señor, tus caminos.

Con quien guarda su alianza y sus mandatos,

el Señor es leal y bondadoso.

El Señor se descubre a quien lo teme

y enseña el sentido de su alianza.

R. Descúbrenos, Señor, tus caminos.

Concluir con el PADRE NUESTRO

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