Investigación de células embriónicas

Los avances tecnológicos en la ciencia y en la medicina nos prometen un futuro mejor. Curar enfermedades, prevenir enfermedades, y a la misma vez mejor la calidad de nuestra vida, son causas nobles. La investigación reciente, sin embargo, es cuestionable no en la intención o en el fin que busca, sino en los medios utilizados para llegar a las metas ya descritas. La Iglesia promueve los esfuerzos de prosperar humanamente, pero no a expensas de las vidas humanas más indefensas.

La investigación de células embriónicas que involucra matar a embriones humanos en etapas tempranas del desarrollo, es una ofensa directa contra la vida, aprovechándose de las vidas más inocentes que existen. Estas vidas humanas están en su desarrollo temprano que muchas veces no podemos casi verlas a simple vista, por eso estamos llamados a proteger a estas personas “que no se ven” y promover su dignidad no utilizándolos como objetos de tratamientos experimentales o como medios para un fin.

La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos está realizando una Campaña para terminar la investigación de las células embriónicas. La campaña busca no solo acabar con la investigación de las células embriónicas, sino que también busca promover la investigación en las células de los adultos, una práctica ética aceptable que es tan prometedora como la investigación de las células embriónicas