La Sagrada Familia
Oración

Padre amado,

En esta temporada de Navidad, que celebremos el nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo. A través de las oraciones de María y José, que podamos crecer más cerca a tu Hijo que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Comentario

Primera Lectura: 1 Samuel 1: 20-22, 24-28

En términos generales, cuando consideramos La fiesta de la Sagrada Familia, naturalmente, nos dirigimos a la unidad familiar de Jesús, María y José como modelo para todas las familias. Mientras que este sentimiento debe ser proclamado en la Iglesia, nuestra lecturas de este año dirigen nuestra atención a otro tema: Dedicación.

Comenzando con nuestra primera lectura, vemos desarrollar el tema de dedicación en la historia de Ana y su hijo. Ana que anteriormente era estéril (no mencionado en esta Lectura), tuvo un hijo y lo llamó Samuel. Debido a esto, Ana le dijo a su esposo que ella le presentaría Samuel al Señor en el templo donde él se “quede consagrado de por vida”.

La idea de dedicar un hijo y dejarlo en el templo es difícil para entender. De hecho, hay muchos quién preferirían dejar la ceremonia de dedicación al niño cuando él o ella es capaz de elegir por sí mismo.

Católicos y Cristianos Ortodoxos son a menudo acusados de este tipo de práctica cuando un niño es llevado para el Bautismo.

Pregunta

¿Qué piensas sobre la práctica del Bautismo infantil?

Segunda lectura: 1 Juan 3: 1-2, 21-24

El tema de la dedicación continúa en nuestra segunda lectura a medida que consideremos lo que significa presentarnos (o nuestros hijos) a Dios. Por la gracia del Espíritu Santo y las aguas del bautismo somos una nueva creación. Nacemos de nuevo y somos reclamados por Dios como los suyos.

San Juan dice: “Miren cuánto amor nos ha tenido el Padre, pues no sólo nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos.” Mientras que consideremos esta fiesta de la Sagrada Familia, entendemos que ahora tenemos una participación en La Naturaleza Divina de Dios en el nombre de Jesús y somos miembros de la familia real de Dios.

Aquí vemos el valor increíble de dedicar nosotros mismos y nuestros hijos a Dios a través del Bautismo. Cuando nos bautizamos como adultos o como bebés, nuestra naturaleza cambia. Ya no somos simplemente humanos con cuerpo y alma. Ahora, a través de la gracia de este Sacramento único, tenemos una participación en la Divinidad de Cristo que se humilló a sí mismo para compartir en nuestra humanidad. Esto es lo que nos hace miembros de nuestra Sagrada Familia.

Pregunta

¿Como Cristiano bautizado, cómo te encajas en la Santa Familia de Dios?

Evangelio: Lucas 2: 41-52

El pensamiento judío era que Samuel (la figura en nuestra primera Lectura) comenzó su vocación como profeta a la edad de doce años. Esto se relaciona muy bien con nuestro Evangelio donde Jesús, a la edad de doce, sube al templo con María y José.

Después de salir de Jerusalén, los padres de Jesús descubren que él está perdido. Volviendo, lo encuentran en el templo. Después de que los padres expresan su ansiedad, Jesús responde, “¿No sabían que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?”

Continuando con nuestro tema de dedicación en la Fiesta de la Santa Familia, sabemos que una vez que estamos presentados a nuestro Padre, ya no nos pertenecemos a nosotros mismos. Del mismo modo, cuando un padre presenta un niño a Dios a través de Bautismo, el hijo o hija permanecerá bajo el cuidado de los padres (recuerda que Jesús regresa a casa obedientemente a María y José), pero el niño o niña siempre será dedicado a Dios. Esta realidad puede ser difícil de aceptar para muchos padres, pero es la vocación única de la crianza Cristiana.

Pregunta

¿Como es diferente un padre Cristiano a los padres que no son Cristianos?

La tarea de esta semana

En nuestra Iglesia, se anima a los padres a bautizar sus niños antes de la edad de la razón (7 años). Si tu o alguien que conoces tiene hijos que no han sido bautizados en la Iglesia, considera ponerte en contacto con tu Parroquia local para concertar una cita para el bautismo.

Si un niño es mayor de edad, debe participar en lo que se llama el Rito de La Iniciación Cristiana. En este caso, el niño celebraría los tres sacramentos de Bautismo, Confirmación y Eucaristía al mismo tiempo. Pregúntale al sacerdote de tu parroquia o un diácono para más información sobre los Sacramentos para tus hijos.

Oración del Grupo

El grupo reza la siguiente oración:

ORACION A LA SANTA FAMILIA

Papa Francisco

Jesús, María y José,

en ti contemplamos el amor verdadero, A ustedes nos dirigimos con confianza.

Sagrada Familia de Nazaret, concede que nuestras familias también pueden ser lugares de comunión, escuelas auténticas del Evangelio

y pequeñas iglesias domésticas. Sagrada Familia de Nazaret,

que las familias nunca vuelvan a experimentar violencia, rechazo y división:

que todos los que han sido heridos o escandalizados encuentren la comodidad y la curación.

Sagrada Familia de Nazaret,

Haznos una vez más conscientes de lo sagrado e la inviolabilidad de la familia,

y su belleza en el plan de Dios. Jesús, María y José,

graciosamente escucha nuestra oración.

Continúe con el Salmo 127.

Salmo

Respuesta: Dichoso el que teme al Señor.

Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos:

comerá del fruto de tu trabajo, será dichoso, le irá bien.

R. Dichoso el que teme al Señor.

Su mujer, como vid fecunda, en medio de tu casa;

sus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de su mesa.

R.Dichoso el que teme al Señor.

Esta es la bendición del hombre que teme al Señor. “Que el Señor te bendiga desde Sión,

que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida.”

R. Dichoso el que teme al Señor.

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