22º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A

Cristo en Nuestro Barrio es un programa de evangelización de la Diócesis de Phoenix.

Oracion

 Dios y Padre Eterno, por cuyo poder somos creados y por cuyo amor somos redimidos: guíanos y fortalécenos por Tu Espíritu, para que nos entreguemos a Tu servicio, y para vivir este día en amor del uno al otro y de Ti; A través de Jesús Cristo, tu Hijo nuestro Señor. Amén

Comentario

Primera Lectura: Jeremías 20: 7-9

La tercera Marca, Católica, no se refiere específicamente a la Iglesia Católica Romana. En este caso, católico significa universal, en el sentido de totalidad y llenura. Esta llenura viene de la unión del cuerpo de Cristo con Su cabeza, y también de la misión compartida de siendo enviado por Cristo a toda la humanidad.
Jeremías fue llamado a una misión impopular que nunca había sido parte de sus propios sueños para sí mismo. Pero rápidamente aprendió que luchar contra el plan de Dios para él era inútil. El plan de Dios era más grande y mejor de lo que Jeremías podía ver. Él intentó no compartir la palabra que Dios quiso que fuera enviada a la gente, pero la palabra casi explotó por su cuenta. Todos somos llamados a esta misma misión siendo parte de la Iglesia Católica.
Al final de cada Misa, el sacerdote o diácono ofrece un rito de despedida, emitiendo una orden, como: “Vayan en paz, glorificando al Señor por sus vidas.” Cuando se toman con el intento correcto, estas palabras no significan un final, sino un comienzo. Recibimos nuestras órdenes de marcha.
La palabra Misa viene directamente de la frase latina “ite, Missa est “, que ahora traduce “ir, se ha terminado la Misa”, pero origina de “ir, ella es enviada”. Toda la liturgia y la celebración eucarística están dadas el nombre de la despedida. ¿Se te parece extraño? No lo es si recordamos nuestro llamado y el propósito de la Misa. Nos reunimos para recibir la comida y ser alimentados por Su Palabra y por Su Cuerpo y Sangre. Entonces, somos enviados a regresar a nuestra misión (también arraigada en la palabra latina missa) con renovado vigor.

Preguntas

    • ¿Alguna vez te has sentido engañado por Dios? ¿Cómo respondiste?

Segunda Lectura: Romanos 12: 1-2

San Pablo nos aconseja no conformarnos con esta edad y los modos del mundo, y discernir en cambio la voluntad de Dios. Las leyes, las tendencias sociales, las mayorías políticas y las normas morales cambian constantemente. Cambian con los tiempos y pueden oscilar rápidamente con la influencia de los medios de comunicación o de individuos o grupos que dan su opinión con fuerza.

Las enseñanzas de la Iglesia, sin embargo, no cambian con los tiempos. No son caprichos ni modas. Se basan sólidamente en la Verdad. Esta Verdad no cambia. La forma en que aplicamos esta Verdad para interactuar con el mundo contemporáneo provoca cierta flexibilidad y crecimiento, pero no cambio sistémico. La Iglesia es católica (completa) porque es enviada a toda la gente, llama a todas las personas a la unidad en Ella, y abarca todos los tiempos.

La Iglesia no es como una prenda que “le queda a todos” pero que realmente no le queda bien a ninguna persona, pero tolerablemente cubre a todo el mundo. La Iglesia está perfectamente adaptada para cada persona, en cada modo, y en cada edad. En nuestro mundo moderno de corporaciones internacionales y la globalización industrial, es fácil erróneamente ver a la Iglesia como un enorme conglomerado que preside sobre muchas Iglesias más pequeñas y dispares. Pero la Iglesia es mucho más que la suma de sus partes. La Iglesia no dispone de la riqueza de variedad para crear unidad a través de forzar a todos sus miembros a ser entidades indistinguibles e idénticas. Su unidad consiste en tener una sola cabeza, no en teniendo partes idénticas. La riqueza y diversidad de las diferentes influencias culturales, todas unificadas en Cristo y el Magisterio, crea una vida única que es inigualable en su llamamiento a grupos diversos sobre miles de años.

Preguntas

    • ¿Qué leyes actuales, tendencias sociales, agendas políticas o estándares morales han suscitado dudas o le han tentado a alejarse de las enseñanzas de la Iglesia?

Evangelio: Mateo 16: 21-27

La predicción de Jesús de Su pasión debe haber sido un choque para los apóstoles. Ellos todavía imaginaban un Mesías de poder mundano que derrocaría a sus opresores, no un cordero que tuvo que sufrir y que tuvo que sacrificarse en muerte para salvarlos. Satanás reconoció esta confusión y trató de utilizarlo para su ventaja.
Satanás había intentado esta misma táctica en el desierto cuando él trató tres veces de tentar a Jesús a desviar de su misión (Lucas 4). Satanás usó a Pedro para tratar de tentar a Jesús ha no cumplir Su supremo acto de amor: Su crucifixión. Satanás trabaja entre los hombres tentándolos a desviarse del plan de Dios. Satanás fue capaz de usar a Pedro porque Pedro temía el dolor y la vergüenza de la Cruz. Jesús dice que para estar con Él, debemos negarnos a nosotros mismos, tomar nuestras cruces, y seguirle. La naturaleza humana impulsa la supervivencia, no la muerte a sí mismo. No podemos esperar que negarnos será un camino fácil. Tomar la cruz significa la muerte seguramente, y como parte de la Iglesia Católica, nuestra esperanza no viene de evitar esta muerte, pero en el poder de la resurrección.
La Iglesia es el único lugar de seguridad verdadera en medio de la pecaminosidad del mundo. San Agustín propuso que la Iglesia es como el arca en el tiempo del diluvio de Noé. Sólo una selección de pocos ha escogido reunirse y refugiarse en este lugar de seguridad en medio de las fuertes tormentas. La Iglesia es el mundo reconciliado y llamado de vuelta a la unidad y guiado por el aliento del Espíritu para navegar con seguridad. La Iglesia es el único medio de salvación verdadera.
¡No temes la cruz, abrázala! La una, santa, católica, y apostólica Iglesia es nuestro bote salvavidas. ¿Quieres ser salvado? ¡Súbete a bordo!

Preguntas

    • ¿Cómo ha intentado Satanás a tentarte para dejar tus cruces?
Tarea
Trata al rito del despida como una oración y como un mandamiento. Tómalo a corazón y sigue el comando para ir en misión.
Oración grupal

El líder invita al grupo a orar juntos las siguientes palabras:

 Señor Dios,
Te adoramos,
Te alabamos,
Te agradecemos.
A través de nuestro Bautismo,
Tú nos llamas a cada uno usando nuestro propio nombre para un propósito especial.
Concédenos la sabiduría para ser Tus instrumentos de paz y amor.
Llena nuestros corazones con el entusiasmo y el deseo para continuar la misión de Jesús en la difusión Las Buenas Nuevas donde quiera que vayamos. Amén.

El líder guiará al grupo en la oración del Salmo 63.

Salmo

Respuesta: Señor, mi alma tiene sed de ti.

Señor, tú eres mi Dios, a ti e busco;
de ti sedienta está mi alma.
Señor, todo mi ser te añora
como el suelo reseco añora el agua.

R: Señor, mi alma tiene sed de ti.

Para admirar tu gloria y tu poder,
con este afán te busco en tu santuario.
Pues mejor es tu amor que la existencia;
siempre, Señor, te alabarán mis labios.

R: Señor, mi alma tiene sed de ti.

Podré así bendecirte mientras viva
y levantar en oración mis manos.
De lo mejor se saciará mi alma;
te alabaré con jubilosos labios.

R: Señor, mi alma tiene sed de ti.

Porque fuiste mi auxilio,

y a tu sombra, Señor, canto con gozo.

A ti se adhiere mi alma

y tu diestra me de seguro apoyo.

R: Señor, mi alma tiene sed de ti.

Concluir con un Padre Nuestro

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