Dirigir a un grupo pequeño

Nuestra meta es equiparlo a usted (¡sí, a USTED!) para dirigir a un grupo pequeño de Cristo en Nuestro Vecindario tan fácilmente como sea posible. Este programa prospera cuando los grupos se reúnen en una casa del vecindario, en lugar de en una habitación de la parroquia. Usted no necesita ninguna formación adicional o conocimientos especiales. ¡Todo lo que necesita consiste en unos amigos, vecinos o voluntarios del ministerio y una dosis saludable de hospitalidad! A continuación, se indican los pasos para empezar.

  1. Extienda las invitaciones y sea específico acerca de su fecha, hora y compromiso de tiempo (por ejemplo, una hora a la semana durante las próximas 6 semanas de Cuaresma).
    Nota: Se recomienda que los grupos estén formados con no más de diez participantes, de modo que todos puedan compartir reuniones en una hora.
  2. Antes de la reunión, lea la reflexión y las preguntas para que usted, el líder, esté familiarizado con ella.
  3. Haga copias impresas de la reflexión para todo el grupo como cortesía, al menos para la primera reunión. Todo el contenido también está disponible en línea y compatible con dispositivos móviles.
  4. Establezca un poco de “arte y ambiente”: una imagen simple como una pequeña mesa con una cruz, una biblia y / o una vela para ayudar a las personas a mantenerse enfocadas en el Señor.
  5. Cuando tenga su reunión recuerde que usted, como el líder, es el facilitador de la discusión. Dé a todos la oportunidad de contestar las preguntas cada semana. Trate de mantenerse enfocado en la reflexión y las preguntas, y no se desvíe hacia discusiones políticas, políticas de la iglesia, o chismes.
  6. Proporcionar refrigerios ligeros es generoso, pero no requerido. Establezca las expectativas para su grupo.
  7. Cuando termine la sección a la que se ha comprometido su grupo (por ejemplo, las seis semanas de Cuaresma), haga un plan para la próxima sección. Algunos miembros de su grupo pueden querer continuar reuniendo con usted. Algunos tal vez deseen crear sus propios grupos pequeños. Deje que el Espíritu guíe.