Oración
Dios amoroso y generoso, nos llamas con nuestro propio nombre y nos pides que Te sigamos. Ayúdanos a crecer en el amor y el servicio de nuestra Iglesia. Danos la energía y el coraje de Tu Espíritu para formar su futuro. Concédenos líderes llenos de fe que abrazan la misión de Cristo de amor y justicia. Inspíranos a conocerte mejor y abre nuestros corazones para escuchar Tu llamada. Amén.
Comentario
Primera Lectura: Isaías 22: 19-23
Eleacín fue llamado y nombrado divinamente. Él fue dotado de la llave de la Casa de David. No literalmente una llave, Juan se refiere a la misma “llave” en Revelación 3: 7, “El santo, el verdadero, que tiene la llave de David, que abre y nadie cerrará, que cierra y nadie abrirá.” Esta poderosa llave significa la administración del reino de Dios en la Tierra.
La administración incluye la supervisión y el manejo de bienes, finanzas o asuntos de un superior. Un buen mayordomo es elegido por su honestidad, integridad y ética de trabajo. A lo largo de la historia, Dios eligió muchos mayordomos por Su reino. Sus selecciones fueron a menudo sorprendentes por rasgos como la juventud (el profeta Jeremías), el género (la jueza Deborah), ocupación (el pobre pastor Rey David), o discurso inepto (Moisés, cuyo hermano Aarón era su portavoz).
Cuando Jesús comenzó Su ministerio público, el deber principal del mayordomo pasó de anunciar el futuro Mesías a una tarea misionera de difundir su palabra en todo el mundo. Jesús personalmente seleccionó este primer grupo de administradores del Nuevo Testamento de un improbable grupo de trabajadores sin educación. Él “convocó a aquellos a quienes Él quiso y ellos vinieron a Él. Él apunto a doce [a quienes también llamó apóstoles]” (Mc 3, 13- 14). Hoy, nuestros obispos siguen directamente a estos hombres en la línea de sucesión apostólica.
Preguntas
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- ¿Has escuchado el llamado de Dios en tu vida? ¿A qué vocación o ministerio crees que Él te llama?
Segunda Lectura: Romanos 11: 33-36
San Pablo nos recuerda que Dios es generoso, sabio, justo, omnisciente, y todo perfecto. ¿Quiénes somos nosotros para cuestionar Sus modos? Podemos imaginarnos sentados en el borde de Su océano de amor y bondad, mirando con asombro a Sus profundidades ilimitadas. ¿Qué más podemos hacer sino ofrecer alabanzas y gratitud? Esto es exactamente lo que Dios desea de nosotros.
¿Cómo podemos ofrecer alabanzas y gratitud en un modo que parece digno de las bendiciones que Dios ha derramado sobre nosotros? ¡Poner sus regalos a buen uso! Dios bendice a cada uno de Sus hijos con dones y talentos únicos que nos ayudan a sobresalir en el camino que Él ha preparado para nosotros. Estamos llamados a ser mayordomos de estos regalos, poniéndolos a buen uso para fomentar la gloria de nuestro generoso Dios.
Para que estos dones den fruto, deben ser nutridos, podados y cuidados con regularidad. Nuestros dones se nutren recibiendo los Sacramentos, que nos ayudan fortalecer y expresar nuestra fe en Dios. Nuestros dones pueden ser podados en esforzándonos constantemente para aprender y buscar la sabiduría del Espíritu Santo para encontrar maneras de perfeccionar estos talentos. Tendiendo a nuestros regalos requiere que se utilicen de manera consistente, así como trabajando para extender el alcance de sus frutos.
Cuando ofrecemos nuestros propios dones y talentos como alabanza, con la gracia de Dios, toman vida y significado más allá de nuestra propia comprensión en las conversiones que generan en la vida de otros.
Preguntas
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- ¿Cuáles son algunos de los dones con que Dios te ha bendecido?
- ¿Cómo has puesto esos regalos a uso?
- ¿Has ayudado a otros a reconocer sus talentos?
Evangelio: Mateo 16: 13-20
Jesús envió a los apóstoles a compartir la Buena Nueva a través del mundo: Dios ha conquistado la muerte y el pecado. Recibieron el Espíritu Santo y salieron a predicar la resurrección. Este deber todavía se cumple diariamente por el Papa, obispos, sacerdotes y ministros laicos de la Iglesia. Aunque el mensaje no ha cambiado desde el tiempo de Cristo, la Iglesia misma es una ser viva, constantemente renovando y creciendo. Requiere un esfuerzo constante para mantener las enseñanzas de Cristo e integrar con los cambios en el mundo. La Iglesia “se sostiene infaliblemente en la verdad: Cristo la gobierna a través de Pedro y los otros apóstoles, que están presentes en Sus sucesores, el Papa y el colegio de obispos.” (CCC 870)
Los líderes de la Iglesia, llamados el Magisterio, consisten en el Sucesor de Pedro, el Papa, en unión con los obispos, los sucesores de los apóstoles. El Magisterio tiene la autoridad y responsabilidad de establecer directrices y lanzar proclamaciones en persona Cristi para preservar las enseñanzas de la fe. Cada uno de estos hombres ha sido llamado y designado por la Iglesia para enseñar la Sagrada Escritura Y la Sagrada Tradición bajo la guía del Espíritu Santo.
Las enseñanzas de la Iglesia no son opcionales y no pueden ser seguidos en fragmentos, porque ofrecen la llenura de las enseñanzas de Cristo. Estas enseñanzas, en total, ofrecen ayuda y seguridad, no restricciones indebidas. Considera la analogía de estar manejando en una carretera escarpada y angosta. El peligro de deslizarse le haría proceder lentamente y con precaución. La presencia de una barrera da seguridad inspira confianza para conducir más rápidamente, aunque todavía con precaución. Las enseñanzas de la Iglesia ofrecen una barrera de seguridad para nuestro viaje espiritual, que nos permite conducir, pero manteniéndonos de deslizamiento fuera de la carretera.
Preguntas
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- ¿Conoces y sigues todas las enseñanzas de la Iglesia? ¿Hay algunas con que luchas para aceptar?
Tarea
Ofrece un rosario por la salud y las intenciones del Papa y por la salud y las intenciones del obispo en tu diócesis.
Oración grupal
El líder invita al grupo a orar juntos las siguientes palabras:
Oh Dios, que has designado a Tu único- Hijo para ser el Sumo Sacerdote eterno para La gloria de Tu Majestad y la salvación de la humanidad; Concede que aquellos a quienes Él a elegido para ser Sus ministros y los mayordomos de sus misterios, puedan ser fieles en el cumplimiento del ministerio que han recibido. Por el mismo Cristo Nuestro Señor.
Amén.
El líder guiará al grupo en la oración del Salmo 137.
Salmo
Respuesta: Señor, tu amor perdura eternamente.
De todo corazón te damos gracias,
Señor, porque escuchaste nuestros ruegos.
Te cantaremos delante de tus ángeles,
te adoraremos en tu templo.
R: Señor, tu amor perdura eternamente.
Señor, te demos gracias
por tu lealtad y por tu amor;
siempre que te invocamos, nos oíste
y nos llenaste de valor.
R: Señor, tu amor perdura eternamente.
Se complace el Señor en los humildes
y rechaza el engreído.
Señor, tu amor perdura eternamente;
obra tuya soy, no me abandones
R: Señor, tu amor perdura eternamente.
Concluir con un Padre Nuestro
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