1.o Domingo de Cuaresma, Ciclo A

Los comentarios sobre estas 6 semanas de Cuaresma son presentados por el Obispo John Dolan de la Diócesis de Phoenix.

Oración

Padre en el Cielo, Te damos gracias por tu Hijo, Jesucristo, la Palabra encarnecida para habitar entre nosotros. Mientras celebramos Su cumpleaños, que Te demos gloria y alabanza a través del mismo Cristo Nuestro Señor. Amén. ¡María, Madre de Jesús, nuestro Señor y Nuestro Dios, ruega por nosotros!

Comentario

Primera lectura: Gen. 2:7-9; 3:1-7

Las tentaciones indudablemente ponen a prueba nuestro libre albedrío, pero no logran conquistarlo. Nuestro libre albedrío se permanece intacto a pesar de nuestos pecados.

Nuestra primera lectura nos invita a reflejar sobre la primera tentación que acabo por darle al mundo el primer pecado (original).

Por una parte, esta historia nos recuerda que fallamos en aplicar nuestro libre albedrío dado por Dios para el bien de los demás. Por otra parte, a pesar de esta mala decisión de Adán y Eva hemos visto que el libre alberdío funciona. El libre albedrío, a pesar de nuestras decisiones (buenas o malas) define nuestra identidad como seres humanos. No somos robots. Somos seres humanos, hechos en la imagen de Dios que incluye este libre albedrío.

El propósito de las lecturas de hoy se trata de que reconozcamos nuestra identidad como seres humanos. Al ser creados en la imagen de Dios, podemos amar a Dios por nuestro propio albedrío Quien Mismo por su propio albedrío desea un amor común con nosotros.

Pregunta

    • ¿Esta última semana como he amado libremente a Dios mismo o a otras personas?

Segunda Lectura: Rom 5, 12-19

San Pablo escribe en su Carta al los Romanos sobre el pecado de Adán.

El libre albedrío de Adán de pecar logró su condenación y la condenación del mundo. El Catecismo de la Iglesia Católica explica:

Siguiendo a S. Pablo, la Iglesia ha de enseñado siempre que la inmensa miseria que oprime a los hombres y su inclinación al mal y a la muerte no son comprensibles Cuaresma sin su conexión con el pecado de Adán y con el hecho de que nos ha transmitido un pecado con que todos nacemos afectados y que es “muerte del alma.”

Gracias a Dios, San Pablo nos recuerda:

“Como mediante una sola ofensa el resultado a toda clase de hombres fue la condenación, así mismo también mediante un solo acto de justificación el resultado a toda clase de hombres es el declararlos justos para vida.”

Dios quien desea en amarnos, nos mando a Su propio Hijo quien, parecido a nosotros en todo menos en el pecado, desea amar a Dios Nuestro Padre Celestial. La mayor muestra de amor de Jesús—la muerte en la cruz— conquistó la transgresion de Adán y restauró nuestra vida con Dios Nuestro Padre. Unicamente a través del amor que Dios nos da somos salvados.

Pregunta

    • ¿Cuando rezamos el Padre Nuestro que significa para mi cuando digo—hágase Tu voluntad?

Evangelio: Mateo 4,1-11

El Evangelio de San Mateo relata el tipo de tentaciones que Jesús tuvo que vencer en el desierto.

La primera tentación: “Haz que esta piedra se convierta en pan.” Jesús reprende a Satanás con estas palabras: “No solo de pan vive el hombre.”

“Adorarás al Señor, tu Dios, y a él sólo servirás”.

La fidelidad de Jesús es más importante que la comida de un día. Como católicos, nos tomamos el tiempo para ayunar el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo en solidaridad con Jesús, que es fiel a su Padre en el Cielo.

La segunda tentación: “Tírate de aquí.” Jesús dice: “No pondrás a prueba al Señor tu Dios.”

La verdadera fidelidad, como Jesús nos enseña, nunca duda si Dios está ahí para ayudarnos. Más que creer en Su Padre, la fidelidad de Jesús es un signo de su comunión con el Padre. En esta Cuaresma estamos llamados a una vida de confianza total, la fe y la fidelidad.

La tercera tentación: “Todo esto será tuyo si me adoras”. Jesús le responde: “adorarás al Señor, tu Dios, y solo a él servirás”.

Jesús, que es Dios, no abandonará su fidelidad al Padre adorando a Satanás. La Cuaresma nos es un tiempo para orar y adorar a nuestro único Señor.

Pregunta

    • ¿En que manera estoy dejando las cosas de este mundo y libremente escogiendo a Dios?

Propósito

Antes de sacrificar algo durante la Cuaresma, la iglesia nos invita a incrementar nuestras oraciones, el ayuno y limosnas.

  • ¿En que manere puedo mejorar mi vida diaria de oración?
  • ¿En que forma puedo vaciarme físicamente (a través del ayuno y la abstinencia) para hacerle cupo a Dios?
  • ¿En que manera puedo incrementar mis actos caritativos?
Dinámica

El líder invita al grupo a recitar la oración de San Ignacio:

Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad,
mi memoria, mi entendimiento y
toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis, a Vos, Señor, lo torno.

Todo es Vuestro: disponed de ello
según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia,
que éstas me bastan. Amén.

El líder luego guías al grupo rezando el Salmo 51.

Salmo

Todos Responden: Misericordia, Señor: hemos pecado.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa,
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.

R. Misericordia, Señor: hemos pecado.

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces

R. Misericordia, Señor: hemos pecado.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.

R. Misericordia, Señor: hemos pecado.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.

R. Misericordia, Señor: hemos pecado.

Se concluye con un PADRE NUESTRO

Usado con permiso. Todos los derechos reservados. Cristo en Nuestro Veindario es un program bíblico diseñado por el Obispo John Dolan de la Diócesis de Phoenix.