12º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A

Cristo en Nuestro Barrio es un programa de evangelización de la Diócesis de Phoenix.

Oracion

Concede que siempre podamos reverenciar y amar a Tu Santo Nombre, porque nunca privas de tu dirección a aquellos que has establecido firmemente en la fundación de Tu amor. Amén.

Comentario

Primera Lectura: Jeremías 20: 10-13

Jeremías recibió su llamada de Dios al ministerio profético en cerca de 626 AC, un año después de que Josías, rey de Judá, movió la nación hacia el arrepentimiento de las prácticas idólatras. Después de la muerte de Josías, Judá regresó a la idolatría, y el llamado de Dios al arrepentimiento a través del profeta Jeremías fue rechazado. Jerusalén finalmente cayó al ejército Babilónico en 586 AC.

Cuando nos separamos de relaciones buenas y amorosas con Dios y unos con otros, Dios nos llama a arrepentimiento y reconciliación. Él quiere reparar nuestras relaciones dañadas y rotas, y quiere que restablecemos relaciones buenas y amorosas. Dios es amor y nos creó para amar y ser amados. Puede que no escuchemos a su voz a través de “uno que grita en el desierto”, pero Dios nos llama en muchas diferentes formas. A veces susurra en nuestra conciencia. Pero no importa cómo escuchamos la llamada, Él siempre está dispuesto a darnos el valor que necesitamos para tomar los primeros pasos hacia la reconciliación y la paz.

Preguntas

    • ¿Cómo has escuchado el llamado de Dios al arrepentimiento y la reconciliación en tu vida?
    • ¿Qué hiciste en respuesta a esa llamada?

Segunda Lectura: Romanos 5:12-15

Durante la misa de la Vigilia Pascual, escuchamos en la Proclamación de Pascua, “¡O verdaderamente necesario pecado de Adán, destruido completamente por la muerte de Cristo! ¡Feliz la culpa que mereció tan grande, tan glorioso Redentor!” En su Carta a los Romanos, San Pablo también nos recuerda que así como a través de un hombre (Adán) el pecado entró al mundo, también entraron al mundo la salvación y el perdón del pecado a través de un solo hombre (Jesucristo).

Sabemos que la salvación es de Jesucristo, pero todavía podríamos preguntar, “¿por qué de esta manera?” ¿Por qué fue necesario que el pecado entrara al mundo, y por qué necesitaba llegar Dios a ser plenamente humano, sufrir y morir por nuestros pecados?

El amor de Dios por nosotros es tan grande que nos dio el regalo del libre albedrío y la elección de hacer el bien o de hacer el mal. Pero a través de esa elección el hombre desobedeció a Dios y hermano se volvió contra hermano. El mal entró al mundo y creó una división entre Dios y el hombre. Una división que sólo podría ser puenteada por uno con manos limpias y corazón puro, en un acto de perfecto amor a Dios y al prójimo, y en perfecta obediencia al Padre.

Preguntas

    • ¿Por qué fue necesario que Dios nos diera el regalo del libre albedrío?
    • ¿Por qué fue necesario que Dios se asiera humano, sufrir, y morir por nuestra salvación?

Evangelio: Mateo 10: 26-33

A través del bautismo y la confirmación, somos bendecidos para que podamos seguir fielmente a Jesús y ser un testigo del evangelio.

Como sus discípulos, Jesús nos dice que Él nos está enviando Como “ovejas en medio de lobos”, pero “No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo.”; porque el ojo de Dios está en cada gorrión, y Él nos ama más allá de toda medida.

San Pablo nos dice en su carta a los Romanos: “¿Si Dios está con nosotros, quien puede estar en contra de nosotros? Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni las cosas presentes, ni las cosas futuras, ni los poderes, ni la altura, ni la profundidad, ni cualquier otra criatura será capaz de separarnos del amor de Dios en Cristo Jesús nuestro Señor.”

Jesús nos llama a no tener miedo al reconocerlo ante otros, para que por nuestras acciones y testimonio ellos también puedan alejarse de las tinieblas y del pecado y encontrar el verdadero amor, la felicidad y la alegría en Dios.

Preguntas

    • ¿Realmente creo que Dios que vigila sobre cada uno y cada gorrión, que cuenta cada pelo en mi cabeza, me conoce y me ama íntimamente?
    • ¿Cómo respondo?
Tarea

Toma tiempo para observar tranquilamente aves silvestres esta semana y reflexiona sobre cuánto Dios cuida de ellos. Ora en gratitud por todo el cuidado amoroso que Dios te ha otorgado.

Oración grupal

El líder invita al grupo a orar juntos las siguientes palabras:

Señor Jesús, ayúdanos a vencer el miedo que nos mantiene de reconocerte a los demás. Concédenos que siendo constantes en el amor recíproco y tratando de comprender mejor el misterio de Tu vida, podremos ser testigos más perfectos de Tu amor en el mundo. Amén.

El líder guiará al grupo en la oración del Salmo 68 (a partir del domingo número doce del Tiempo Ordinario).

Salmo

Respuesta: Escúchame, Señor. Porque eres bueno.

Por ti he sufrido oprobios y la vergüenza cubre mi semblante.
Extraño soy y advenedizo, aun para aquellos de mi propia sangre;
pues me devora el celo de tu casa, el odio del que te odia, en mí recae.

R: Escúchame, Señor. Porque eres bueno.

A ti, Señor, elevo mi plegaria, ven en mi ayuda pronto;
escúchame conforme a tu clemencia, Dios fiel en el socorro.
Escúchame, Señor, pues eres bueno y en tu ternura vuelve a mí tus ojos.

R: Escúchame, Señor. Porque eres bueno.

Se alegrarán, al verlo, los que sufren;
quienes buscan a Dios tendrán más ánimo,
porque el Señor jamás desoye al pobre ni olvida al que se encuentra encadenado.
Que lo alaben por esto cielo y tierra, el mar y cuanto en él habita.

R: Escúchame, Señor. Porque eres bueno.

Concluir con un Padre Nuestro

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