Oración
Padre amado, Tú nos has dado la virtud de la fe para seguir a tu hijo. Que podamos poner nuestra fe solo en Él y encontrar, al final de nuestro viaje en la tierra, un lugar contigo en el cielo. Concédenos esto por Cristo nuestro Señor. Amén.
Comentario
Primera lectura: Amós 7: 12-15
Durante estas últimas semanas, hemos redescubierto la Virtud y el poder de la fe. En esta semana y la siguiente, la Iglesia nos invita para llevar nuestra fe al mundo.
Nuestra primera lectura nos muestra cómo Dios espera que compartamos la fe de manera urgente. Aunque Amós es simplemente un pastor y cuidador de árboles de sicómoro, Dios lo quita de su rebaño de ovejas y le ordena, “Ve y profetiza”.
¿Por qué tomaría Dios una persona tan simple para llevar a cabo tal tarea. Considera, sin embargo, que muchos de los apóstoles eran pescadores simples. No eran grandes teólogos o predicadores. Sin embargo, Dios los llamó.
Todos podemos encontrar excusas por las que no debemos compartir nuestra fe en Dios con los demás. La principal de estas excusas es “No conozco la Biblia o las enseñanzas de la Iglesia lo suficientemente bien para compartir nuestra fe.” Sin embargo, se debe recordar que Dios no llama al equipado. Él equipa a los llamados.
En virtud de nuestro Bautismo, tenemos una participación en la naturaleza profética de Cristo. Si reclamamos ser Cristianos, debemos compartir nuestra fe sin ninguna vacilación. Hay una urgencia en nuestra llamada a ser profetas Cristianos de la fe. El Evangelio necesita ser proclamado; especialmente hoy.
Pregunta
¿Qué te detiene de compartir en la naturaleza profética de Cristo?
Segunda lectura: Efesios 1: 3-14
Incluso antes de que naciéramos e incluso antes de que el mundo fuera creado, Dios Sabía que fuimos elegidos en Cristo, ser santos. Este era nuestro destino. Nosotros llamamos a esto predestinación.
No debe confundirse con el doble predestinación que sostiene que Dios pre ordena a ciertas personas al cielo y otras al infierno sin opción, la predestinación celebra el plan divino de Dios para llevar aquellos que eligen libremente amarlo y servirlo y ser feliz con él al cielo. Aunque Dios tiene un conocimiento previo de nuestro destino final, Dios no nos apresura ir al cielo o al infierno.
Es a partir de esta comprensión de la predestinación que Pablo escribe la carta a los Efesios, “por el amor, y determinó, porque así lo quiso, que, por medio de Jesucristo, fuéramos sus hijos.” Aunque Dios “nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo,” nosotros elegimos responder a su elección de nosotros. Cómo respondemos determinará nuestro destino final.
Como en el caso del Profeta Amós en nuestra primera lectura, podríamos protestar el deseo de Dios de elegirnos para ser sus siervos. Sin embargo, debemos obedecer voluntariamente su mando para que se haga su voluntad.
Pregunta
¿Cómo reconoces que has sido elegido por Dios desde la fundación del mundo?
Evangelio: Marcos 6: 7-13
Nuestras lecturas de este fin de semana se han centrado en nuestra respuesta a Dios que nos eligió y nos convocó para ser proféticos portadores de su palabra.
Los Apóstoles fueron seleccionados a mano por Dios a través de Jesús para seguirlo. De una manera predestinada, estos Apóstoles fueron recogidos a mano. Sin embargo, por su propia elección, la mayoría huirían del Señor durante su Pasión, uno lo negaría, y otro lo traicionaría. Aun así, se quedó uno con él hasta la cruz.
Marcos 6: 7-13 nos da la escena donde los Apóstoles son los primeros convocados por Jesús quien los envía dos por dos. Como en el caso de Amós, se les da una autoridad para ser proféticos. Ellos son enviados a predicar arrepentimiento, curar al enfermo y expulsar demonios. A diferencia del Profeta Amós quien protestó su llamado, los Apóstoles hacen lo que el Señor quiere.
Cuando rezamos el Padrenuestro, llegamos a las palabras: “Hágase Su voluntad”. Dios nos ha elegido y nos convocó desde el principio de los tiempos para hacer Su voluntad. Ya sea que respondamos o no a su convocatoria, podemos estar seguros de que su Voluntad se está completando en la tierra como está en el cielo.
Pregunta
¿Elegido por Dios, cómo estás cumpliendo la voluntad de Dios?
La tarea de esta semana
Equípate para compartir tu fe. Escribe seis preguntas comunes que las personas tienen sobre nuestra sistema de creencias. Pregúntale a tu sacerdote o diácono qué respuesta le darían a estas preguntas. O visite sitios web como catholic.com para encontrar tus respuestas. Las respuestas existen. Nosotros solo necesitamos tomar el tiempo para buscarlos. De esta manera, serás mejor equipado para compartir tu fe con confianza.
Oración del Grupo
Continúe con el Salmo
Salmo 84
Respuesta: Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Escucharé las palabras del Señor,
palabras de paz para su pueblo santo.
Está ya cerca nuestra salvación
y la gloria del Señor habitará en la tierra.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
La misericordia y la verdad se encontraron,
la justicia y la paz se besaron,
la fidelidad brotó en la tierra
y la justicia vino del cielo.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Cuando el Señor nos muestre su bondad,
nuestra tierra producirá su fruto.
La justicia le abrirá camino al Señor
e irá siguiendo sus pisadas
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Concluir con el PADRE NUESTRO
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