Pie de foto (Caption): Sor Anthony Mary Diago, RSM, fotografiada afuera del Centro Pastoral Diocesano el 31 de octubre, dijo que pasará el Año de la Vida Consagrada promoviendo las vocaciones. (Joyce Coronel/CATHOLIC SUN)

Por: Obispo Thomas J. Olmsted

Sus padres fueron refugiados de Cuba. Ellos no trajeron oro ni plata a los Estados Unidos, pero sí el regalo más rico de la fe en Jesucristo. Este regalo mucho más rico se lo entregaron a su hija.

A su vez, la hija, hacienda suyo este rico regalo, respondió al llamado de Jesús para dejarlo todo y seguirlo a Él. Ella hizo una consagración para toda la vida a Jesús a través de los votos de pobreza, castidad y obediencia en el Instituto de las Hermanas Religiosas de la Misericordia de Alma (RSM).

Nueva directora diocesana de la Vida Consagrada

Como una Hermana de la Misericordia, Sor Anthony Mary Diago ha servido a Cristo y Su Iglesia en Boston y, más recientemente en Sidney, Australia. Ahora ella vino a Phoenix para servir como directora de nuestra diocesana Oficina de Vida Consagrada.

La Hna. Anthony Mary Diago comienza su nuevo trabajo en Arizona en un momento prometedor, cuando el Papa Francisco ha llamado a un “Año de la Vida Consagrada” a iniciar a fines de este mes, en el Primer Domingo de Adviento. Este Año proveerá un tiempo extendido para agradecer a Dios por las Hermanas y Hermanos, monjes y ermitaños, y miembros de otros Institudos Consagrados quienes han jugado y siguen jugando roles esenciales en la vida y la misión de la Iglesia. Será también un tiempo para buscar maneras frescas para promover las vocaciones a la vida consagrada entre nuestros jóvenes.

¿Qué es el Año de la Vida Consagrada?

El Papa Francisco declaró que un Año de la Vida Consagrada sea celebrado en todo el mundo. La Diócesis de Phoenix marcará esta ocasión con dos Misas el 23 de noviembre. Y cerrará el Día de la Vida Consagrada, el 2 de febrero de 2016.

¿Dónde puedo aprender más acerca de la vida consagrada?

La Oficina de Vida Consagrada sirve como guía para religiosas de la Diócesis de Phoenix y para quienes están interesadas en la vida consagrada. Llame al (602) 354-2005.

A través de aguas turbulentas hacia una nueva primavera

El medio siglo pasado, desde que terminó el Concilio Vaticano II, ha sido grande la confusión en toda la Iglesia, con especial intensidad en la vida religiosa. Solamente seis años después de la conclusión del Concilio Vaticano II, el bendito Paulo VI habló de “la ansiedad, incertidumbre e inestabilidad” de algunos religiosos.

Dijo que ello surgió de “la audacia de ciertas transformaciones arbitrarias, una exagerada desconfianza en el pasado – incluso cuando ello fue testigo de la sabiduría y vigor de tradiciones eclesiales – y una mentalidad preocupada excesivamente con gran prisa con los profundos cambios que molestan nuestros tiempos” (Evangelica Testificatio #2).

Más recientemente el Papa Francisco, quien fue un sacerdote Jesuita en todas esas décadas turbulentas, ha discernido que ahora es un tiempo bueno para hacer inventario de todo lo que ha pasado en el pasado medio siglo, para revisar tanto luces como sombras del llamado a renovar la vida religiosa hecho por el Vaticano II, para alabar a Dios por los testimonios del Evangelio de una multitud de Religiosos y otras personas consagradas, y comprometernos a nosotros mismos de nuevo a promover esta invaluable forma de vida en la Iglesia.

Los hombres y mujeres Religosos reflejan la alegría de una vida dedicada a Cristo como testigos de Su amor que es pobre, casto y obediente.

Unidad en la diversidad

Cada miembro de la Iglesia está llamado a ser un discípulo misionero, dice el Papa Francisco; nosotros estamos llamados a traer la Buena Nueva de Cristo a los demás. Hacemos esto en diferentes maneras, utilizando los únicos regalos y diversos carismas otorgados por el Espíritu Santo.

Las hermanas y hermanos, monjes y monjas, laicado consagrado y sacerdotes hacen una contribución vital a la misión evangelizadora de la Iglesia, tanto como individuos como comunidades. Su rica diversidad es una atractiva característica de la Iglesia; pero es fructífera sólo en la medida que su recurso y centro están fundamentados en el Señor Jesús.

Puede ser bastante difícil alcanzar este balance; como escribe el Papa Francisco (Evangelii Gaudium, 131): “La diversidad debe ser siempre reconciliada por la ayuda del Espíritu Santo; sólo Él puede levantar la diversidad, la pluralidad y la multiplicidad mientras que al mismo tiempo trae unidad. Cuando nosotros, por nuestra parte, aspiramos a la diversidad, nos encerramos en nosotros mismos, exclusivos y divisivos; similarmente, cuando sea que intentemos crear unidad basados en nuestros cálculos humanos, terminamos imponiendo una monolítica uniformidad. Esto no ayuda a la misión de la Iglesia”.

Los miembros de la vida consagrada reciben carismas especiales, no tanto para su propio bien sino para el bien de los demás, para ser integrados al entero Cuerpo de Cristo, la Iglesia, y para ser canalizados a un impulso evangelizador al servicio del Señor. Rezo para que éste sea uno de los frutos del Año de la Vida Consagrada.

Por favor únanse a mí en dar la bienvenida a la Hna. Anthony Mary a la Diócesis de Phoenix, pidiéndole al Señor que la bendiga con sabiduría, alegría y paz mientras ella le sirve en nuestro medio. Oremos también por una nueva primavera en la Iglesia de Arizona, que muchas de nuestras personas jóvenes escucharán y abrazarán el llamado de Dios para seguir a Cristo más de cerca en la vida consagrada.

¿Qué es el Año de la Vida Consagrada?

El Papa Francisco declaró que un Año de la Vida Consagrada sea celebrado en todo el mundo. La Diócesis de Phoenix marcará esta ocasión con dos Misas el 23 de noviembre. Y cerrará el Día de la Vida Consagrada, el 2 de febrero de 2016.

¿Dónde puedo aprender más acerca de la vida consagrada?

La Oficina de Vida Consagrada sirve como guía para religiosas de la Diócesis de Phoenix y para quienes están interesadas en la vida consagrada. Llame al (602) 354-2005.