Oración
Padre, que se haga tu voluntad. Ayúdanos a recordar que tenemos un lugar en Tu reino, donde vives y reinas, junto con tu Hijo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Comentario
Primera lectura: Daniel 7: 13-14
Porque la solemnidad de Cristo Rey trae a su fin nuestro año litúrgico, transmite un tema de fin de los tiempos. Como Fue el caso en la lectura de la semana pasada de Daniel, nuestra primera lectura de hoy es apocalíptica. Sin embargo, es el lado del apocalipsis y tiempos finales que contiene la buena noticia.
En la visión de Daniel, el Hijo del Hombre recibe “soberanía, la gloria y el reino” y “su poder nunca se acabará.” Esto, por supuesto, es una buena noticia para todos los pueblos y naciones de todas las lenguas que lo servían, porque los elegidos bajo su reinado tampoco serán destruidos.
Cada vez que celebramos el reinado de Cristo, celebramos lo qué será de nosotros que lo seguimos. Donde está Cristo, allí también está la Iglesia. Él es nuestro rey y nosotros somos su Reino.
Pregunta
¿Cómo es Jesús Rey y Señor de tu vida?
Segunda lectura: Apocalipsis 1: 5-8
Otra fuente de literatura apocalíptica es el Libro de la Revelación. Como era el caso de Daniel, Juan tiene una visión para ver los tiempos finales.
En su visión, Juan describe a Jesús como el “soberano de los reyes de la tierra” y él (como en Daniel) “viene entre las nubes” para reunir un reino a él mismo.
Al considerar los últimos tiempos, también reconocemos que este fue parte del plan eterno de Dios. Como fue en el principio, es ahora, y será para siempre, el plan de Dios para nuestro reino celestial se cumple a través de su Hijo. Jesús es “el Alfa y la Omega (principio y fin).” Él era, es, y siempre será Rey.
A veces olvidamos que Dios tiene un plan y su plan será cumplido. De hecho, en Jesús, su plan ya ha sido cumplido. Simplemente no ha sido completamente “realizado” por nosotros. Sin embargo, la visión de Juan da testimonio de la verdad de que Dios sostiene todo el mundo – el pasado, el presente y el futuro – en Sus manos.
Preguntas
¿Te da consuelo el título “Alfa y Omega”de Jesús? ¿De que modo?
Evangelio: Juan 18: 33-37
Durante estas últimas 6 semanas, hemos estado reflexionando sobre el tema – Nuestro Santo Reino. En esta solemnidad, celebramos al Señor de nuestro reino, Jesus el Cristo.
Nuestra selección de evangelios para esta semana nos da la escena donde Pilato se enfrenta a Jesús. Él pregunta, “¿Eres tú el rey de los Judíos?” Jesús nunca lo niega, pero explica que la comprensión de Pilato de la “realeza” no es compartida por Jesús. Mas bien, Jesús explica que Su “Reino no es de este mundo.”
En la mente de Pilato, un rey es aquel que luchará o hará que otros luchen por él. Pero, ese no es el reino que le pertenece a Jesús.
A lo largo de la historia humana, reinos y naciones han estado luchando para su supervivencia o para tener poder. Afortunadamente, tenemos un reino que nos espera donde ni siquiera una espada se ha usado para ganarlo o defenderlo. ¿Recuerdas cuando Jesús le dijo a Pedro: “Regresa tu espada a su vaina”? Jesús, nuestro Rey, no se defiende o lucha por su reino. Más bien, su reino es entregado libremente a él por Su Padre.
Además, ha aquellos de nosotros que seguimos a nuestro Señor, somos co-herederos. Podemos decir con razón que su Dominio es Nuestro Reino Celestial.
Pregunta
¿Cómo te ves como un co-heredero en Nuestro Reino Celestial?
La tarea de esta semana
Considera hacer una resolución del año nuevo “de la Iglesia” comenzando un programa de Cristo en nuestro Vecindario en tu propia parroquia. ¡Es fácil y es gratis! Simplemente visita nuestro sitio web (christ-ion.com) y descarga un pdf gratuito sobre empezando Cristo en Nuestro Vecindario en mi parroquia. ¡Incluso si mantienes el programa por un período de seis semanas en el tiempo de la Cuaresma, Sus feligreses serán activamente interesados!
Oración del Grupo
Canta o di lo siguiente de Martin Hellriegal, (1941):
A Jesucristo nuestro Rey Soberano quién es la salvación del mundo,
Todo elogio y homenaje traemos y gracias y adoración.
Tu reinado extiende oh Rey benigno, a cada tierra y nación;
Porque en tu reino Señor divino, Solo encontramos la salvación
A ti ya tu Iglesia, gran rey,
Prometemos la oblación de nuestro corazón; Hasta que antes de tu trono cantamos.
En júbilo sin fin.
¡Cristo Jesús, Victorioso!
¡Cristo Jesús, Gobernante!
¡Cristo Jesús, Señor y Redentor!
Continúe con el Salmo 92.
Salmo
Respuesta: Señor, tú eres nuestro rey.
Tú eres, Señor, el rey de todos los reyes.
Estás revestido de poder y majestad.
R. Señor, tú eres nuestro rey.
Tú mantienes el orbe y no vacila.
Eres eterno, y para siempre está firme tu trono.
R. Señor, tú eres nuestro rey.
Muy dignas de confianza son tus leyes y desde hoy y para siempre, Señor,
la santidad adorna tu templo.
R. Señor, tú eres nuestro rey.
Concluir con el PADRE NUESTRO
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