Oración  

Ven, Señor, en nuestra ayuda, para que podamos vivir y actuar siempre con aquel amor que impulsó a tu Hijo a entregarse por nosotros. Por

nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amen.

Comentario

Primera lectura: Jeremías 31:31-34

Si volvemos al ejemplo utilizado la semana pasada de una alianza matrimonial  basada  en  amor  y  en

sinceridad, podemos ver que las palabras o acciones externas en una relación no son suficientes. El signo de un anillo de bodas, los votos públicos, incluso las palabras, “Te quiero”, no son suficientes si el amor y la sinceridad no están presentes.

Jeremías sinceramente entendió el mensaje de Dios cuando profetizó que Dios restauraría el matrimonio con su pueblo que en ese momento estaba roto. Después de su exilio, Dios llevaría de vuelta a su pueblo y formaría una nueva alianza.

El problema con la antigua alianza fue que no se hizo con el corazón. Sacrificios exteriores y alabanzas públicas no son suficientes. No escritas en tablas de piedra – como en los días de Moisés – la nueva alianza incluiría la ley de amor escrita en los corazones de todos.

Jeremías promete la reconciliación con Dios. La promesa es que la pareja de Israel (Dios) les ha dicho a los exiliados: Yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo.

Pregunta

¿Te acuerdas de lo que se esperaba de tí cuando tenías que reconciliarte con alguien?

Segunda lectura: Hebreos 5:7-9

A menudo se dice, “Si quieres hacer algo bien, lo tienes que hacer tú mismo.”

Sin esto duda estuvo en la mente de Dios cuando el Señor se hizo uno con nosotros para salvarnos de una vida de exilio.

En nuestros corazones se escribió la ley. Sin embargo, preferimos las acciones exteriores en lugar del honor y el amor interior que sentimos por Dios en nuestros corazones. Por mucho que tratábamos, simplemente no podíamos hacer las cosas bien.

Gracias a Dios, como San Pablo nos recuerda, Jesús presentó ruegos y súplicas (con lágrimas) a Dios por nuestra causa.

“Si quieres hacer algo bien, lo tienes que hacer tú mismo,” dice Dios. Su sacrificio perfecto de oraciones e incluso su propia vida “se convirtió en la fuente de salvación eterna para los que le obedecen”.

Su oración perfecta que da vida es nuestra salvación eterna. Sin embargo, nosotros estamos llamados a obedecer a Dios, quien es la fuente de nuestra salvación. Hacemos esto, mientras ofrecemos nuestras oraciones al Padre, en unión con Su Hijo.

Los que están en preparación para recibir el bautismo son presentados oficialmente con la Oración del Señor. Que esta oración, unida a las suplicas de Cristo, sea sincera para quien la diga.

Pregunta

¿Cual es tu oración preferida? ¿Por qué?

Evangelio: Juan 12:20-33

¡Ha llegado la hora!

El evangelio de Juan nos recuerda que Jesús es plenamente responsable por lo que vendrá en su pasión, muerte y resurrección. Él es la Palabra pre-existente de Dios, quien conoce el momento en que todas las cosas llegan a su conclusión.

Las alianzas antiguas están ahora reunidas en Jesucristo. No habrá necesidad de alianzas futuras. No habrá necesidad de futuras señales – arco iris (Noé), estrellas (Abraham), o tablas de piedra (Moisés). El tiempo de la Nueva Alianza está cerca.

Jesús ve la visita de los griegos que desean hablar con él como signo de que la hora está aquí. La Buena Nueva de la Salvación es para ser compartido con los Judíos (pueblo elegido de la Ley) y gentiles (griegos).

Jesús dice, “Atraeré a todos hacia mí.”

La Nueva Alianza es para todos. ¡Sin embargo, el costo de esta Alianza será grande! ¡Jesús, el grano de trigo, debe morir a fin de producir una gran cosecha!

“Ahora que tengo miedo”, dice Jesús. Él sabe de su muerte. “¿le voy a decir a mi padre: ‘Padre, líbrame de esta hora’? No, pues precisamente para esta hora he venido. Padre, dale gloria a tu nombre”.

En este tiempo de Cuaresma, nos toca a nosotros darle gracias a Cristo por llevar a su final la alianza por nuestro bien. ¡Su muerte es nuestra vida!

Pregunta

¿Como le darás gracias a Dios esta semana por ser el grano de trigo que murió por tí?

La tarea de esta semana

Por favor, oren por los que recibirán su Primera Comunión en esta Pascua, que Jesús, el Pan de Trigo , les dará la vida eterna.

Oración del Grupo 

El líder invita a que cada miembro pase un tallo de trigo, sosteniendo el tallo, el participante dice una oración de agradecimiento. Después cada uno dirá lo siguiente:

Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, Él solo queda;

 

El grupo responderá cada vez:

mas si muriere, mucho fruto lleva.

 

Continúe con el Salmo 51.

Salmo 

Respuesta: Crea en mí, Señor, un corazón puro.

Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas.

Lávame bien de todos mis delitos, y purifícame de mis pecados.

R: Crea en mí, Señor, un corazón puro.

Crea en mí, Señor, un corazón puro,

un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti,

ni retires de mí ti santo espíritu.

R: Crea en mí, Señor, un corazón puro.

Devuélveme tu salvación, que regocija y mantén en mí un alma generosa.

Enseñaré a los descarriados tus caminos, y volverán a ti los pecadores.

R: Crea en mí, Señor, un corazón puro.

  

Concluir con el PADRE NUESTRO 

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