Oración  

Padre, tú nos sanas y nos reúnes a ti mismo. Tu no nos déjas abandonados. Tu deseo es que nosotros estemos en comunión contigo. Cúranos y devuélvenos a esa vida más perfecta contigo y con tu Hijo y El Espíritu Santo, un Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Comentario

Primera lectura: Job 7: 1-4, 6-7

En el Rey Lear de Shakespeare, el rey responde al deseo de su hija de deshacerse de sus caballeros ya que él ya no los necesita. Él dice, “La vida del hombre es tan barata como la de una bestia.”

¡En efecto! Para la humanidad, la vida es barata. O, sin duda, se ha convertido en algo barato. ¿Con qué frecuencia leemos y oímos hablar de víctimas de tiroteos masivos, violencia de pandillas, guerra e incluso pobreza como si fueran parte de alguna serie de televisión diaria? Todo esto es demasiado. Así que nosotros paramos de ponerle atención.

¡La vida es barata! ¿Qué tenemos como seres humanos para recordarnos de lo contrario?

Como personas de fe, creemos que nuestra respuesta está en Dios, quien es amor. Confiamos en que alguien cree en nosotros, incluso cuando no creemos en Él ni en nosotros mismos. ¿Pero, que tal si no creemos que Dios nos ama?

La historia de Job es tan importante para nosotros porque incluso él creía que su vida no valía nada. Dijo “Mi vida es un soplo.” La fe de Job en un Dios que lo amaba fue puesta a la prueba. Por supuesto, la historia no nos deja en la desesperación. Al final, Dios sí cree en nosotros. Para Dios, nuestra vida no es barata. Es preciosa. Y él hace todo para sanar y restaurarla.

Pregunta

¿Crees que eres valioso para Dios?

Segunda lectura: 1 Corintios 9: 16-19, 22-23

Hay una libertad en saber que Dios nos ama y cree en nosotros. Creemos que somos la posesión especial de Dios.

No tenemos más lugar adonde ir que a la cruz para descubrir cuánto nos ama nuestro Dios.

Por esta razón, San Pablo proclamó el Evangelio con todo lo que tenía. Él dijo, “¡Ay de mí, si no anuncio el Evangelio!”

San Pablo sabía que el Señor lo había sanado y lo restauró de sus formas pasadas y lo trajo a comunión con los que él había perseguido previamente. ¡Él estaba completamente vivo! Viviendo en Cristo, Pablo sabía que su vida no era barata.

Sin embargo, tan libre como era para vivir una vida en Cristo, él voluntariamente se colocó bajo el manto de la obediencia. Él dijo: ” me he convertido en esclavo de todos, para ganarlos a todos.” Siguiendo a Cristo, Pablo estaba dispuesto a hacer su vida barata (en el sentido mundano) para proclamar las Buenas Nuevas de que Dios nos valora mucho.

Pregunta

¿Te llamarías esclavo o servidor del Evangelio?

Evangelio: Marcos 1: 29-39

Nuestro mundo ha sufrido mucho desde el principio de los tiempos. Los desastres humanos y naturales hacen que deseemos renunciar a la vida o arreglarlo nosotros mismos.

Es bueno que la mayoría de nosotros deseamos hacer de la vida un lugar mejor. ¡En efecto! Nosotros todos deberíamos desear dejar este mundo en una mejor condición que cuando al primero lo encontramos cuando nacimos.

Sin embargo, a medida que tratamos de sanar y restaurar este mundo, sabemos que va a eventualmente desvanecer. Ambos líderes de la fe y científicos pueden ponerse de acuerdo sobre esto. ¿Entonces, por qué estamos tratando?

La respuesta es simple. Nadie quiere renunciar a nuestro mundo todavía. De hecho, muchos buscan preservar nuestras vidas, restaurar nuestro planeta y rescatarnos al borde de la destrucción.

La gente siempre está buscando algo o alguien para sanar y restaurar el mundo que sabemos. Esto fue cierto incluso para Simón y los discípulos quienes encontraron a Jesús orando solo. Sabiendo que Jesús acababa de sanar a la suegra de Simon y que expulsó a algunos demonios, Simon dijo, ” Todos te andan buscando.”

Pero Jesús tenía otros planes. Él vino a proclamar Su mundo que era dador de vida. Su reino traería a nuestro mundo roto a la plenitud y a Sí Mismo. Él dijo: ” pues para eso he venido.” Para Cristo, incluso en nuestro quebrantamiento, nuestra vida no es barata. Él nos restaura a Sí mismo.

Pregunta

¿Quién en tu vida necesita curación?

La tarea de esta semana

En unas pocas semanas, comenzaremos la temporada de cuaresma. Hazlo tu objetivo encontrar un amigo o vecino y compartir Cristo en Nuestro Vecindario con ellos. Invítalos a su grupo existente o comienza un nuevo grupo solo para las seis semanas de Cuaresma. Visita el sitio web para obtener información sobre cómo alojar un grupo.

Oración del Grupo 

Ora lo siguiente del Obispo Fulbert de Chartres (970 DC):

 

Cuán triviales son nuestras preocupaciones en comparación con la complejidad de tu universo. Que estúpidos somos comparados con el genio de tu universo. Sin embargo, durante cada minuto y cada segundo de nuestras vidas estás presente, dentro y alrededor de nosotros. Das tu atención completa e indivisa a cada uno de nosotros. Nuestras preocupaciones son tus preocupaciones. Y tú eres infinitamente paciente con nuestra estupidez. Te lo agradezco con todo mi corazón, sabiendo que mis agradecimientos son inútiles en comparación con Tu grandeza.

Continúe con el Salmo 146

Salmo 

Respuesta: Alabemos al Señor, nuestro Dios.

Alabemos al Señor, nuestro Dios,

porque es hermoso y justo el alabarlo.

El Señor ha reconstruido a Jerusalén,

y a los dispersos de Israel los ha reunido.

R. Alabemos al Señor, nuestro Dios.

El Señor sana los corazones quebrantados,

y venda las heridas;

tiende su mano a los humildes

y humilla hasta el polvo a los malvados.

R. Alabemos al Señor, nuestro Dios.

Él puede contar el número de estrellas

y llama a cada una por su nombre.

Grande es nuestro Dios, todo lo puede;

su sabiduría no tiene límites.

R. Alabemos al Señor, nuestro Dios.

Concluir con el PADRE NUESTRO 

Utilizar con autorización. Todos los derechos reservados. Cristo en Nuestro Barrio es un programa de Escritura diseñado por El Obispo John Dolan de la Diócesis de Phoenix.