Oración
Señor Jesús, por tu cruz y resurrección, nos has liberado. ¡Celebrémonos Tu resurrección de entre los muertos con alegría, sabiendo que te seguiremos, a través de la muerte, a la vida! Te lo pedimos en Tu Santo nombre. Amén.
Comentario
Primera lectura: Hechos 10: 34, 37-43
Este atrevido discurso de Pedro es una declaración de que Jesús resucito de los muertos en cuerpo y alma. Pedro dice claramente que aquellos que vieron al Señor resucitado también comieron y bebieron con él después de que resucitó de entre los muertos.
En esta temporada de Pascua, redescubrimos el testimonio de la Iglesia primitiva que Jesús no sólo resucito “espiritualmente”. El resucito también de cuerpo.
Sólo tenemos un sabor de lo que parecía su cuerpo glorioso. Todavía tenía las marcas de los clavos y sus heridas, estaba vestido de blanco, y apareció delante de los discípulos aunque las puertas estaban cerradas con llave.
No sabemos cómo se verán nuestros cuerpos después de nuestra muerte. Pero, serán gloriosos.
¡Mientras tanto, debemos creer en el poder de Cristo que se levantó triunfante de la tumba! Sólo él puede perdonar nuestros pecados y sólo él puede resucitarnos de las cadenas de la muerte.
Hay muchos en nuestro mundo de hoy que no pueden aceptar esta verdad. Sin embargo, cada uno de los apóstoles fue a su muerte como mártir testificando de lo que fueron testigos. Cada uno podría retractado su testimonio cuando se enfrentaron a la muerte, pero no lo hicieron. ¡Vieron y creyeron!
Pregunta
¿Cómo compartes con alegría las Buenas Nuevas de Cristo en tu vida?
Segunda lectura: 1 Juan 4: 7-10
Teniendo a Dios es teniendo amor; porque Dios es amor.
Para aquellos que buscan amor, no tienen necesidad de ir más allá de Cristo. Juan dice: “El amor que Dios nos tiene se ha manifestado en que envió al mundo a su Hijo unigénito, para que vivamos por él.”
Jesús es la revelación perfecta de Dios quien es amor y no hay otra revelación necesaria ni posible. En Cristo, el amor es hecho perfecto.
Los primeros Cristianos experimentaron la alegría del amor de Dios en el Señor resucitado. Ellos fueron obligados para compartir este amor.
¿Es posible reclamar que tienes a Dios y conoces a Cristo sin amar? Mientras que muchos pueden reclamar una fe en el Señor, a menos que aman, son solo “un metal que resuena o un platillo que hace ruido.” (1 Cor. 13: 1). Su fe esta vacia.
La primera carta de Juan dice: “Amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios.”
Sería imposible afirmar que uno tiene la alegría de Dios en el corazón si él o ella no estaban dispuestos a compartir la alegría del amor.
El amor nunca puede ser contenido. Debe ser compartido.
Pregunta
¿Cómo se expresa tu fe en el Dios de amor a través de actos personales de amor?
Evangelio: Juan 15: 9-17
Los filósofos Griegos antiguos pudieron discernir varios formas o tipos de amor. Cuatro tipos de amor eran conocidos por los primeros Cristianos; incluyendo el escritor del Evangelio de Juan. Estos son Phileo, Storge, Eros y Agape.
El amor Phileo se refiere a un cariñoso, cálido y tierno amor platónico. Es un amor de amigos verdaderos.
Filadelfia (la ciudad de amor fraternal) se extrae de esta palabra.
Storge es una especie de amor familiar. Es nacido naturalmente y a menudo es obediente, pero fuerte.
Eros es un amor que es a la vez sensualmente afectuoso y procreativo.
Agape es un amor de sacrificio de sí mismo, de donarse de si miso. Es este amor de quien Jesús habla cuando dice: “Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos.”
Es de este tipo de amor de lo que nos enteramos en nuestro Evangelio de Juan de hoy. El amor Agape es la mejor forma de amor porque no espera nada a cambio. Es el amor a menudo proclamado en las bodas: “Prometo amarte en tiempos buenos y en mal, enfermedad y salud …” Y, es esta forma de amor que nos traerá alegría perfecta.
Jesús nos ordena vivir en este amor: Su amor sacrificial – para que “mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena.”
Pregunta
¿Qué alegre eres cuando amas en una manera sacrificial y donativa?
La tarea de esta semana
Esta semana, considera hacer algo que te traiga alegría. Invita a otro u otros a compartir tu alegría.
Oración del Grupo
El líder lee lo siguiente del Papa San Juan Pablo II sobre el amor:
“Te propongo la opción del amor, que es lo opuesto a escapar. Si realmente aceptas ese amor de Cristo, te llevará a Dios. Hagas lo que hagas de tu vida, deja que sea algo que refleja el amor de Cristo. Toda la gente de Dios será mucho más rica debido a la diversidad de tus compromisos. En lo que sea de lo que haces, recuerda que Cristo te está llamando, de una forma u otra, al servicio del amor: el amor de Dios y de tu prójimo.”
El grupo ora juntos, lo siguiente:
Señor de amor, guíanos en el camino del amor sacrificial. Que amemos sin considerar el costo. Ayúdanos a imitar a tu Hijo que dio su vida para nosotros ¡Tu amor es Alegría! Amén.
Continúe con el Salmo 97.
Salmo
Respuesta: El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad. Aleluya.
Cantemos al Señor un canto nuevo,
pues ha hecho maravillas.
Su diestra y su santo brazo
le han dado la victoria.
R. El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad. Aleluya.
El Señor ha dado a conocer su victoria
y ha revelado a las naciones su justicia.
Una vez más ha demostrado Dios
su amor y su lealtad hacia Israel.
R. El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad. Aleluya.
La tierra entera ha contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Que todos los pueblos y naciones
Aclamen con júbilo al Señor.
R. El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad. Aleluya.
Concluir con el PADRE NUESTRO
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