Oración  

Padre, creemos que Jesucristo es Tu Hijo Unigénito y, a través de Él, tenemos vida eterna. Por el poder del Espíritu Santo, quien hace que conozcamos a Cristo, que podamos siempre permanecer en Tu amor y encontrar nuestro lugar contigo en cielo. Te lo pedimos a través de Cristo nuestro Señor. Amén.

Comentario

Primera lectura: Isaías 35: 4-7

“¿Quién soy?” Esta es la pregunta que Jesús les hace a sus discípulos (ver el Evangelio del próximo domingo). También es la pregunta que debemos preguntarnos. Durante las próximas 6 semanas consideremos la pregunta, “¿Quién soy?”.

Nuestra primera lectura nos brinda la maravillosa oportunidad para preparamos a considerar este tema de 6 semanas.

Isaías profetiza que, cuando venga el Señor, grandes milagros ocurrirán. Él da una lista de milagros que sucederán cuando llegue El Señor; entre ellos, “Se iluminarán entonces los ojos de los ciegos y los oídos de los sordos se abrirán.” Como Cristianos, sabemos que el Señor ha venido y han ocurrido milagros como prueba de su presencia entre nosotros.

Al reconocer Su presencia, descubrimos más sobre nosotros mismos en relación con Cristo y su Iglesia.

Al considerar nuestro tema, “¿Quién soy?”, estás invitado a usar tus ojos y oídos que han sido abiertos a través de la fe y el bautismo para descubrir la verdadera identidad de Cristo, de ti mismo y de nuestra Iglesia.

Pregunta

¿De qué manera ves y escuchas al Señor presente en tu vida?

Segunda lectura: Santiago 2: 1-5

En la Carta de Santiago, leemos que debemos tener “fe en nuestro Señor Jesucristo glorificado”.

Previamente (Semanas 13-16), estuvimos enfocados en la Virtud de La Fe. Es esta virtud que usaremos sobre el las próximas 6 semanas para considerar la identidad de Cristo.

Nuestra fe Cristiana nos da “ojos nuevos y oídos nuevos” para ver a nuestro Señor de nuevas maneras. Sabemos, por ejemplo, que Jesús eligió ser pobre – naciendo en un establo, sin tener dónde reclinar la cabeza durante su ministerio, y siendo compañía de pescadores comunes, prostitutas y pecadores.

Nuestra fe reconoce que nuestro Dios bajó de su legítimo trono para ser uno con nosotros. Por lo tanto, Santiago espera que nosotros hagamos lo mismo. Él nos desafía a bajar de nuestras perchas y tronos que nos hemos hecho y nos dice “no tengan favoritismos.”

En términos generales, los ricos y los pobres están invitados a entrar por las puertas de nuestras iglesias y no hay favoritismos. Sin embargo, ¿cómo evitamos favoritismos cuando salimos de la iglesia? Como Cristianos, somos herederos del Reino de Dios. Pero, si Dios ha tomado un estado humilde, ¿cómo podemos intentar a exaltarnos a nosotros mismos?

Pregunta

¿Eres imparcial cuando se trata de pasar tiempo con otros?

Evangelio: Marcos 7: 31-37

El Evangelio de Marcos está lleno de milagros. La lectura de esta semana no es una excepción. Atado muy bien a nuestra primera lectura, vemos la profecía de Isaías cumplida cuando un hombre sordo y tartamudo está curado. A manos de Jesús, “Al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin dificultad.”

Curiosamente, Jesús advierte a la gente no decirle a nadie. Esta advertencia solamente se encuentra en el Evangelio de Marcos que, de acuerdo con los estudiosos de las Escrituras, revela la identidad del Señor en su cuenta del Evangelio lentamente y deliberadamente.

Llamado, el ” Secreto Mesiánico,” la identidad de Jesús como Rey” (Mesías en Hebreo y Cristo en Griego) en el Evangelio de Marcos será conocido completamente solamente cuando muera en el cruz.

La advertencia de Jesús tiene un propósito. Él no quiere que la gente lo haga un rey en el sentido del mundo – potente y poderoso. Sin embargo, después de la advertencia severa de Jesús para no contarle a nadie sobre el milagro, sale la gente y proclama las noticias de todos modos. Naturalmente, si nosotros viéramos tal milagro, sería difícil mantenerlo un secreto.

Pregunta

Teniendo en cuenta la advertencia de Jesús, ¿cómo reaccionarias al milagro que se ve en el Evangelio de hoy?

La tarea de esta semana

Hay un secreto sobre ti que debe ser compartido.

¿Supiste que cuando fuiste bautizado, naciste de nuevo? Ya no eres más que una persona con un cuerpo y alma. También tienes una participación en la naturaleza divina de Cristo que se humilló a sí mismo para compartir en nuestra naturaleza humana. Cuando salgas a cenar o almorzar, haz la señal de la cruz y di una oración. Comparte tu secreto en una forma visible. Deja que otros sepan que tu eres Cristiano.

Oración del Grupo 

El grupo ofrece esta oración que se adapta del Rito del Bautismo:

Dios Todopoderoso,

Nos has dado un nuevo nacimiento por agua y el Espíritu Santo.

Generosamente bendiga a todos los que somos tus niños adoptados.

Que siempre vivamos como tus hijos e hijas que, a través de tu Gracia, tienen una participación en la naturaleza Divina de tu Hijo, Jesús.

Que podamos llegar a ser más como Él, quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Un Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

La oración continue con el Salmo 145.

Salmo 

Respuesta: Alaba, alma mía, al Señor.

El Señor siempre es fiel a su palabra,

y es quien hace justicia al oprimido;

él proporciona pan a los hambrientos

y libera al cautivo.

R. Alaba, alma mía, al Señor.

Abre el Señor los ojos de los ciegos

y alivia al agobiado.

Ama el Señor al hombre justo

y toma al forastero a su cuidado.

R. Alaba, alma mía, al Señor.

A la viuda y el huérfano sustenta

y trastorna los planes del inicuo.

Reina el Señor eternamente,

reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos.

R. Alaba, alma mía, al Señor.

Concluir con el PADRE NUESTRO 

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