Transcripción del video
Mis hermanos y hermanas en Cristo,
Suspender la celebración pública de la Santa Misa fue un gran sacrificio que hicimos en un esfuerzo por ayudar a detener la propagación del COVID-19. Estoy agradecido con nuestros párrocos, el personal de las parroquias y los voluntarios que mantuvieron sus iglesias abiertas y trabajaron arduamente para apoyar a los fieles durante esta jornada. A pesar de esto, hemos hecho todo lo posible para seguir dando testimonio de Nuestro Señor Jesucristo, para difundir el mensaje del Evangelio de maneras creativas y para proporcionar el Sacramento de la Reconciliación, la Adoración Eucarística y otros momentos de gracia y oración.
Así mismo, me siento muy agradecido con nuestros fieles Católicos por su paciencia y perseverancia. Ahora que al parecer podemos ejercer un buen distanciamiento social y otras medidas de precaución, creo que es tiempo de brindar a nuestros fieles los servicios esenciales de la Misa y la Sagrada Comunión.
Me siento muy complacido de informarles que el día 11 de mayo, di mi permiso para que nuestros párrocos comenzaran a celebrar el Sagrado Sacrificio de la Misa de manera publica en nuestras Iglesias. Esta fue la primera etapa del plan que he desarrollado junto con nuestros párrocos, al cual hemos llamado “Resucitando con Cristo”.
Este plan restaurará gradualmente la vida de la parroquia, pero no será un proceso que ocurra de la noche a la mañana, sino que al contrario, ocurrirá en el transcurso de un periodo de tiempo y será diferente de una parroquia a la otra, dependiendo de una considerable variedad de circunstancias que son exclusivas de cada comunidad. Espero que esto proporcione una gran sensación de consuelo a los muchos Católicos que han estado ansiosos por asistir a Misa para recibir a Jesús en la Eucaristía. A medida que avanzamos, quiero compartir algunas directrices que serán fundamentales en nuestra labor para mantener a todos saludables y santos:
- En tanto que trabajamos para restaurar la vida parroquial, es importante entender que el progreso será gradual y, en ocasiones, puede que sea imperfecto. Por favor sean pacientes y gentiles con sus sacerdotes y con su prójimo.
- Tenga en cuenta que la dispensación general de la obligación de la Misa Dominical continúa. Se alienta a los Católicos de la Diócesis de Phoenix que son vulnerables o se sienten más seguros quedándose en casa, a que lo hagan. Apremio a aquellos que no pueden unirse con nosotros en persona, a que continúen viendo una transmisión en vivo de la Misa y hagan una comunión espiritual.
- Debido al distanciamiento social, y dependiendo de la capacidad de la iglesia y otros factores, la asistencia será limitada. Es importante consultar con su parroquia para saber cuándo se ofrecerá la misa. Para obtener más información, manténgase conectado a través del sitio web de su parroquia, Flocknote o las redes sociales.
- Se limpiarán y desinfectarán con frecuencia los lugares públicos en las instalaciones de la parroquia, sin embargo, de todas maneras persiste el riesgo. Por lo tanto, es importante que los individuos y las familias asuman la responsabilidad personal de protegerse, respetando las directrices de distanciamiento social y siguiendo las indicaciones de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades referente al lavado de las manos y el uso de desinfectantes para manos, así como también, las recomendaciones sobre el uso de cubre bocas en lugares públicos. Nuestro objetivo es equilibrar las necesidades espirituales de los fieles con nuestra preocupación por su bienestar físico y el bien común de la comunidad en general.
Los invito a conocer más sobre “Resucitando con Cristo – El Plan para Restaurar la Vida Parroquial”, y a descargar y leer nuestras directrices en dphx.org/se-sano.
Al medida que continuamos nuestra jornada a través de la temporada de Pascua y nos acercamos a la gran fiesta de Pentecostés, oremos por una efusión del Espíritu Santo para que nos proporcione sabiduría y orientación en los días venideros. Por favor recuerde: Estar Saludable – Ser Inteligente – Ser Santo.
Nuestra Señora de Guadalupe, Santa Patrona de la Diócesis de Phoenix, ruega por nosotros.
Jesús, en ti confiamos.
Que Dios todopoderoso los bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amen.