Transcripción de video
Mis hermanos y hermanas en Cristo,
Los detalles pequeños pueden hacer una gran diferencia. Dorothy Day, una Servidora de Dios, escribió: “La mayor parte de nuestra vida carece de importancia, está llena de cosas triviales desde la mañana hasta la noche. Pero cuando la vida es transformada por el amor de Dios, reviste interés incluso para los ángeles”.
Desde que dio inicio la pandemia de COVID-19, hemos estado trabajando diligentemente con nuestros párrocos, los miembros de su personal y los voluntarios para promover un enfoque saludable, inteligente y santo para cuidar del bienestar espiritual y físico de cada uno. Mucho de lo que hacemos son “detalles pequeños” pero que hacen una gran diferencia.
Los sacerdotes, religiosos y líderes laicos han trabajado diligentemente para servir y comunicarse con sus comunidades durante la pandemia. Sus muchos esfuerzos han hechos posible mantener las iglesias abiertas para la oración privada y la adoración Eucarística, y administrar sacramentos como el de la Confesión, incluso cuando no nos era posible celebrar la Misa públicamente. Su compromiso con usted y con la comunidad en general continua hasta este día y no muestran señales de terminar. Me siento profundamente agradecido con todos ellos por mantener su enfoque en nuestro Señor Jesus, incluso cuando tuvieron que hacerse cargo de detalles innumerables, recordándonos que, tanto en los tiempos buenos como en los malos, nuestro Señor esta siempre con nosotros y sus ángeles están a nuestro lado.
Si bien los esfuerzos iniciales de distanciamiento físico y el fomento de una buena higiene parece que tuvieron éxito en nivelar la curva aquí en Arizona , los datos más recientes indican un aumento alarmante en el número de personas gravemente afectadas. Debido a esto, por el bienestar común y para proteger a todas las personas en nuestra comunidad, le pido que continúe haciendo cosas pequeñas, como el seguir los reglamentos obligatorios que se han implementado en todo Arizona. Cuando asista a misa, utilice un cubrebocas en un espíritu de protección por sus compañeros feligreses. Le doy las gracias a todos los miembros del personal y a los voluntarios por hacer los mismo cuando estén dentro de las instalaciones y cuando se trasladan por áreas públicas, donde el distanciamiento físico es imposible.
Ojalá pudiéramos confiar en los ángeles para protegernos sin nuestra propia cooperación, pero sabemos que la santidad no funciona de esa manera. Todos y cada uno de nosotros tenemos que poner de nuestra parte. Los cubrebocas, cuando se usan en conjunto con el distanciamiento físico y la buena higiene, ayudan a reducir la propagación de este mortal virus. Se que esto puede ser una carga para algunos, pero teniendo en cuenta que es lo mejor para el bienestar común, ofrezcamos esto como un sacrificio en amor a Dios. Si usted aún se siente inseguro asistiendo a Misa, es comprensible. Recuerde que la obligación Dominical de asistir a Misa esta dispensada durante esta pandemia, sin embargo, en el Dia del Señor, vea la transmisión en vivo de la Misa por internet o por televisión, desde la seguridad de su hogar, y recuerde que sin importar donde nos encontremos, estamos rodeados de ángeles.
Al entrar al corazón del verano, mi oración es que usted permanezca saludable, inteligente, santo – ¡y fresco! Si tiene planes de viajar, invite a los ángeles a que lo acompañen y lo ayuden a cuidar de sí mismo y a amar a su prójimo. El Obispo Nevares y yo estaremos orando por ustedes, y recuerde su inspirador lema: “Sirve al Señor con alegría.”
Nuestra Señora de Guadalupe, Santa Patrona de la Diócesis de Phoenix, ruega por nosotros.
Jesus, en ti confiamos.
Que Dios Todopoderoso los bendiga: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.