26.o Domingo del Tiempo Ordinario
Oración
Padre de la vida,
Tu eres es el creador y dador de todo bien. Te damos gracias por darnos la vida. Oramos que respondemos a nuestra vocación de ser administradores de Tu creación y que respetemos la vida en todas sus formas. Amén.
Comentario
Primera Lectura: Amós 6: 1-7
Hemos visto que un administrador de la vida a la vez da (Semana 25) y perdona (Semana 24).
La capacidad de dar y perdonar es una respuesta a la llamada de Dios que tengamos dominio sobre el mundo (Génesis 1: 26-30).
Si fallamos en nuestra misión de ser administradores de todo lo que Dios nos ha dado, entramos al camino de la dominación y perdemos nuestra llamada para tener dominio. Teniendo dominio significa que damos y perdonamos. Dominación significa que tomamos y abandonamos.
El profeta Amós advierte contra los que eligieron tomar el camino de dominación. Ellos solo se preocupan por sí mismo. Se “sienten seguros” y están viviendo la vida por sí mismos. Aunque Dios les advierte que vivirán un día en el exilio, ya están viviendo en su propio hogar del exilio. Abandonaron un mundo de amor por otros para un mundo de egoísmo narcisista “creyendo cantar como David.”
En este mundo altamente técnico, casi podemos vivir en nuestro propio mundo, delante de nuestros propios dispositivos móviles, descargando nuestro propio entretenimiento y acompañamiento y – en todo ese tiempo – nunca mirar para ver un mundo lleno de vida. Personas complacientes viven en un mundo virtual. Administradores de la vida viven en un mundo real.
Pregunta
¿Estás viviendo en un mundo virtual o un mundo real?
Segunda lectura: 1 Timoteo 6: 11-16
“El amor al dinero es la raíz de todo mal” (1 Timoteo 6:10) es un verso que fácilmente podría haber sido incluido en nuestra Segunda Lectura de hoy. Es curioso que no se incluyera ya que se encaja bien con las otras dos lecturas de este domingo.
Sin embargo, los versos seleccionados para esta lectura nos recuerdas de una vida eterna de alegría que se distingue de la vida complaciente que se encuentra en la primera lectura.
Los que “llevan una vida de rectitud, piedad, fe, amor, paciencia y mansedumbre,” son verdaderos administradores cristianos de la vida. Diferente a los que optan por una vida de exilio, administradores cristianos participan en el mundo de Dios, donde Cristo gobierna como Rey de reyes y Señor de señores. Administradores cristianos de la vida sabemos que no somos dueños de nuestra propia vida. Pertenecemos a Dios.
Esta Carta a Timoteo nos llama a “competir bien para el fe,” que se ha dado a nosotros. La fe en Dios y en su Hijo requiere “conquistar la vida eterna,” y no ser complaciente con la vida que tenemos hoy en día.
Pregunta
¿Estás viviendo para el aquí-y-ahora o para la vida eterna?
Evangelio: Lucas 16: 19-31
La parábola del Evangelio es un buen ejemplo de los dos opuestos mundos de exilio y la vida eterna. El hombre rico es el tipo de persona al que se refería Amós en la primera lectura. Él era complaciente y vivía sólo para sí mismo. No podía ver a Lázaro, que estaba tumbado en su propia puerta. El hombre rico había seleccionado vivir en el exilio. Como resultado, su vida a partir de entonces sería una vida perpetua del exilio y el tormento.
Sin embargo, incluso después de que él se encuentra en el exilio, él le pide a Abraham enviar a Lázaro para aliviar su sed. (La arrogancia del hombre rico continúa incluso en su vida eterna). Él todavía piensa que es señor sobre Lázaro. Él está lejos de la llamada de ser un administrador de la vida. La suya es una vida de dominación, no del dominio.
Debe ser notado que Lázaro es la versión helenizada del Nombre hebreo, Eleazar (o Eliezer); que significa “Dios es Ayuda.” Dios es en verdad nuestro ayudador. Confiando en su amor por nosotros como rey del cielo y de la tierra, él nos llama para compartir en su cuidado del mundo. Espera que seamos administradores de la vida y no vivir solo por nosotros mismos. Él nos manda a amarnos unos a otros.
Pregunta
¿Cómo han sido estas lecturas un reto de salir de tu propia zona de comodidad?
La tarea de esta semana
¿Quién es Lázaro en tu vida?
Tóma tiempo esta semana para visitar o cuidar a una persona que ha tratado de pasar tiempo con ti. Tal vez esa persona es tu propio hijo, cónyuge, mejor amigo, o pariente. Hasta pudiera ser el Señor!
Esto te ayudará a salir de su zona de comodidad y también dará comodidad a una persona que pueda necesitar tu amor.
Oración del Grupo
El grupo ahora recita la siguiente oración en común:
Señor Dios,
Ayúdanos a ser Tus oídos para escuchar el grito de los pobres.
Ayúdanos a ser Tu voz
hablando con amor y la aceptación.
Ayúdanos a ser Tus pies
caminando al lado de los necesitados.
Ayúdanos a ser Tus manos
para vestir, alimentar y albergar a las personas sin hogar.
Viniste para los más pequeños,
los perdidos y los últimos en este mundo. Señor, escucha nuestra oración. Amén.
Continúe con el Salmo 146.
Salmo
Respuesta: Alabemos al Señor, que viene a salvarnos.
El Señor siempre es fiel a su palabra,
y es quien hace justicia al oprimido;
él proporciona pan a los hambrientos
y libera al cautivo.
R. Alabemos al Señor, que viene a salvarnos.
Abre el Señor los ojos de los ciegos
y alivia al agobiado.
Ama el Señor al hombre justo
y toma al forastero a su cuidado.
R. Alabemos al Señor, que viene a salvarnos.
A la viuda y al huérfano sustenta
y trastorna los planes del inicuo.
Reina el Señor eternamente,
reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos.
R. Alabemos al Señor, que viene a salvarnos.
Concluir con el PADRE NUESTRO
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