VII Domingo de Pascua— Ascensión
Oración
Señor Jesús, después de aparecer ante de tus discípulos, ascendiste al cielo y tomaste Tu lugar a la diestra del Padre. Que encontremos nuestro lugar sentados contigo en el banquete eterno, donde reinas con el Padre y el Espíritu Santo, un Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Comentario
Primera Lectura: Hechos 1: 1-11
El escritor del Evangelio de Lucas también era autor de los Hechos de los Apóstoles. En su segundo libro, Lucas dice que Jesús se apareció a los discípulos en su cuerpo resucitado durante 40 días. Después de sus apariciones, ascendió al Padre. Lucas lo describe de esta manera:
“fue elevando a la vista de ellos [discípulos], hasta que una nube lo ocultó a sus ojos.”
Hay algunos hoy que dudan de la autenticidad de esta escena donde Jesús ascendió más allá de las nubes.
Sin embargo, por la misma razón por la que seguimos proclamando nuestra creencia en la Resurrección del cuerpo de nuestro Señor, nos adherimos a esta verdad de que Jesús verdaderamente ascendió. Más allá del testimonio escrito de la Iglesia primitiva, tenemos el testimonio “de sangre” de los apóstoles y discípulos mártires que vieron y creyeron. Ellos podrían retractado de su testimonio para poder salvar sus vidas. Pero, no lo hicieron.
Como personas de fe, creemos en las verdades metafísicas (no verdades metafóricas o poéticas) relacionadas en las Escrituras Cristianas.
Pregunta
¿Qué se necesita para que tu creas en algo que no puede ser explicado por la ciencia?
Segunda lectura: Efesios 1: 17-23
Más allá de la necesidad de examinar las verdades físicas o metafísicas del misterio de la Ascensión, hay una necesidad de llegar al propósito de tal evento.
¿Por qué ascendió Jesús?
La carta de San Pablo a los Efesios nos dice que Jesús ascendió para tomar su lugar a la diestra de Dios.
Es desde este lugar exaltado que Jesús reina como cabeza sobre Su Cuerpo, la Iglesia. Nuestra fe nos recuerda que todo el Cristo es reconocido y celebrado. Jesús la cabeza y nosotros, el Cuerpo, somos uno.
Con esta verdad, somos consolados con las propias palabras de Jesús de que permanecería con nosotros hasta el final del tiempo.
Uno con Cristo, el Cuerpo de Cristo disfruta de las bendiciones del cielo. Pablo reza para que “comprendan cuál es la esperanza que les da su llamamiento, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da a los que son suyos.” Según San Pablo, nosotros somos coherederos con Cristo del Reino de los cielos.
Pregunta
¿Cómo muestras que eres co-heredero con Cristo?
Evangelio: Lucas 24:46-53
En el relato del Evangelio, antes de ascender, Jesús ofrece una bendición. Esta vez, y la única vez en Lucas, Él lo ofrece con las manos extendidas. Esto tiene un significado litúrgico (de culto) que puede haber sido parte de las celebraciones comunitarias de la Iglesia primitiva y que todavía se practica hoy en día.
Jesús asegura a los discípulos que la promesa del Padre vendrá sobre ellos y, después de que permanezcan en la ciudad por un tiempo, serán “revestidos con la fuerza que viene de las alturas”. Obviamente, no entendieron completamente lo que Él estaba diciendo. Hasta que la promesa y el poder (el Espíritu Santo) llegaron a ellos no comprenderían plenamente las enseñanzas y la misión del Señor.
Cabe señalar que este pasaje del Evangelio de Lucas sitúa la Ascensión de Jesús el día de Pascua, mientras que el otro libro de Lucas (Hechos de los Apóstoles) hace que Jesús ascienda después del día 40. Estos dos relatos diferentes, sin embargo, tienen sus diferentes intenciones. La Ascensión relatada en Los Hechos de los Apóstoles pretende celebrar los inicios de la Nueva Iglesia a la partida de Jesús, mientras que el relato del Evangelio pretende mostrar la conclusión de la misión de Jesús en la tierra.
Pregunta
¿De qué manera participas en la gran comisión de proclamar la Buena Nueva a toda la creación?
La tarea de esta semana
Mientras nos preparamos para la Fiesta de Pentecostés, estás invitado a ofrecer la siguiente oración durante esta semana:
Espíritu de sabiduría y entendimiento, ilumina nuestras mentes a percibir los misterios del universo en relación con la eternidad. Espíritu de buen juicio y coraje, guíanos y haznos firme en nuestra decisión bautismal de seguir el camino de amor de Jesús.
Espíritu de conocimiento y reverencia, ayúdanos a ver la duración del valor de la justicia y la misericordia en nuestra relación diaria con otros. Que respetemos la vida mientras trabajamos para resolver problemas de familia y nación, economía y ecología. Espíritu de Dios, chispa nuestra fe, esperanza, y amor en nuevas acciones cada día. Llena nuestras vidas con admiración y asombro en tu presencia que penetra toda la creación. Amén
Oración del Grupo
El grupo reza la siguiente oración:
Líder:
Dios asciende entre gritos de júbilo, Aleluya.
El Señor, en medio de sonidos de las trompetas, Aleluya.
Grupo:
O Rey de gloria, Señor de los ejércitos, este día Tu ascendiste triunfalmente sobre todos los cielos. No nos dejes huérfanos pero envíanos la Promesa del Padre, el Espíritu de la Verdad.
Aleluya.
Continúe con el Salmo 46.
Salmo
Respuesta: Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Aplaudan, pueblos todos,
aclamen al Señor, de gozos llenos;
que el Señor, el Altisimo, es terrible
y de toda la tierra, rey supremo.
R. Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Entre voces de júbilo y trompetas,
Dios, el Señor, asciende hasta su trono.
Cantemos en honor de nuestro Dios,
al rey honremos y cantemos todos.
R. Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Porque Dios es el rey del universo,
cantemos el mejor de nuestros cantos.
Reina Dios sobre todas las naciones
desde su trono santo.
R. Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Concluir con el PADRE NUESTRO
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