12 de mayo de 2020

Mis hermanos y hermanas en Cristo:

Suspender la celebración pública de la Santa Misa a partir del 16 de marzo fue un gran sacrificio en el esfuerzo por ayudar a frenar la propagación del COVID-19. Estoy agradecido con nuestros párrocos, el personal de su parroquia y los voluntarios que mantuvieron sus iglesias abiertas y trabajaron arduamente para apoyar a los fieles en este tiempo. A pesar de todo, hemos hecho todo lo posible para continuar dando testimonio del Señor Jesús, para difundir el mensaje del Evangelio de manera creativa y para proporcionar el Sacramento de la Reconciliación, la adoración eucarística y los momentos de oración y gracia.

Asimismo, les agradezco a ustedes, nuestros fieles católicos, por su paciencia y perseverancia mientras continuamos navegando en esta pandemia. He escuchado muchas historias de aquellos que se han acercado al Señor y han experimentado un verdadero enriquecimiento de la iglesia doméstica, la familia, por su tiempo juntos.

Continuamos monitoreando la información de los funcionarios de salud de Arizona, y la información compartida indica un aplanamiento de la curva de casos de COVID-19. Con este conocimiento, me complace compartir que el 11 de mayo permití que nuestros párrocos comenzaran a celebrar públicamente el santo Sacrificio de la Misa en nuestras parroquias. Espero que esto proporcione una gran sensación de consuelo a los muchos católicos que han estado ansiosos por asistir a Misa para recibir a Jesús en la Eucaristía. Quiero enfatizar que los católicos en la Diócesis de Phoenix siguen dispensados de su obligación dominical de asistir a Misa durante esta pandemia. Necesitamos continuar siendo cautelosos y vigilantes durante esta crisis de salud pública, y sé que muchos dudan en regresar tan pronto. Exhorto a aquellos de ustedes que no pueden unirse a nosotros en persona, a continuar siguiendo la transmisión en vivo de la Misa y hacer una comunión espiritual.

En las últimas semanas, he desarrollado un plan con nuestros párrocos que llamamos “Levantarse con Cristo”. Este plan restablecerá gradualmente la vida de las parroquias, pero no será un proceso que ocurra de la noche a la mañana. Más bien, ocurrirá a lo largo del tiempo y variará de una parroquia a otra, según una variedad de circunstancias que son exclusivas de cada comunidad. Para que esto funcione, necesitaremos su apoyo. Se requerirá paciencia, y es importante que las personas y las familias asuman la responsabilidad personal de protegerse respetando las medidas de distanciamiento social, y siguiendo las pautas de los CDC para el lavado de manos y el uso de desinfectantes para manos, así como recomendaciones sobre el uso de máscaras mientras estemos en público.

Nuestro objetivo es equilibrar las necesidades espirituales de los fieles con nuestra preocupación por su bienestar físico y el bien común de la comunidad en general. Esto significa que el acceso a las Misas será limitado. Será importante consultar con su parroquia para saber cuándo se ofrecerá la Misa y cuándo asistir debido a limitaciones. Manténganse conectados a través del sitio web de su parroquia, Flocknote o las redes sociales para obtener más información.

Los invito a conocer más sobre “Levantarse con Cristo – el plan para restablecer la vida parroquial”, y a descargar y leer nuestro folleto informativo de una hoja con pautas para los católicos para su regreso a Misa: https://dphx.org/se-sano

Continúen uniéndose a mí para orar por nuestros socorristas, profesionales de la salud, funcionarios electos, sacerdotes, diáconos y líderes parroquiales, y todos aquellos que trabajan incansablemente para ayudarnos durante esta crisis. Juntos esperamos una futura post pandemia. Recordémonos los unos a los otros: ¡Cristo ha resucitado! ¡Realmente ha resucitado! Confiamos en que Él estará con nosotros por siempre.

A medida que continuamos nuestro recorrido a través de la temporada de Pascua y nos acercamos a la gran fiesta de Pentecostés, oremos por un derramamiento del Espíritu Santo para que nos de sabiduría y orientación en los días venideros. Por favor recuerde: Sé saludable. Sé inteligente. Sé santo.

Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de la Diócesis de Phoenix, ruega por nosotros.

Jesús, en ti confiamos.

 

+ Thomas J. Olmsted
Obispo de Phoenix