Solemnidad de San Pedro y San Pablo
Oración
Padre, danos la fuerza para ser discípulos fieles incluso en tiempos de prueba. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.
Comentario
1ª Lectura: Hch 12,1-11
Celebramos juntos a Pedro y Pablo por el importante papel que desempeñaron en llevar el Evangelio al corazón del Imperio Romano y de allí al resto del mundo.
A lo largo de los Hechos de los Apóstoles, Dios protege y provee para el crecimiento de Su Iglesia recién establecida a pesar de la persecución y la resistencia. En la lectura de hoy, Pedro está “atado con dos cadenas” en una situación aparentemente desesperada. La Iglesia lo acompaña con ferviente oración, pero es Dios quien envía un ángel para salvarlo milagrosamente.
También nosotros tenemos un papel que desempeñar en el plan de Dios para difundir el Evangelio. Nosotros también podemos esperar enfrentar obstáculos y desafíos, pero también experimentamos Su cuidado providencial.
Pregunta
¿Has enfrentado desafíos al vivir y compartir el Evangelio? ¿Cómo has experimentado el cuidado providencial de Dios?
2ª Lectura: 2 Timoteo 4,6-8.17-18
Pablo también experimentó muchas pruebas mientras difundía la Buena Nueva a todos.
Sufrió golpizas, amenazas de muerte, insultos, encarcelamiento, naufragio y, finalmente, martirio, pero nunca vaciló.
La fructificación de Pablo como misionero requirió mucha perseverancia: “He peleado hasta el fin el buen combate, concluí mi carrera, conservé la fe”.
No se quejó de las dificultades que enfrentó ni se jactó de su perseverancia. ¿Cómo pudo perseverar? “El Señor estuvo a mi lado y dándome fuerzas…”
¿Por qué siguió adelante? ¿Qué hizo que todo valiera la pena? “… para que el mensaje fuera proclamado por mi intermedio y llegara a oídos de todos los paganos”.
Pablo no se consideraba a sí mismo como una mera víctima de las circunstancias; más bien, ofreció su vida como “una libación”, un sacrificio, un don precioso gastado libre y totalmente al servicio del reino de Dios.
Pregunta
¿Cuál es la fuente de tu fuerza? ¿Qué te motiva a perseverar?
Evangelio: Mateo 16,13-19
Jesús no se contenta con preguntar qué piensan las multitudes de Él, como si necesitara un informe sobre relaciones públicas. En cambio, Jesús hace una pregunta mucho más directa: “¿Quién decís que soy yo?” Tú… Yo… Este es un lenguaje muy personal. Es una invitación a salir de la multitud y entrar en una relación personal.
Tan pronto como Pedro hace una profesión personal de fe («Tú eres el Cristo…»), Jesús lo convierte en columna de comunidad: «Tú eres Pedro», nombre que significa roca, «y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia».
Jesús nos invita a cada uno de nosotros a una relación profundamente personal, pero personal no significa aislado. Al contrario, esta relación personal nos lleva a su familia, la Iglesia.
Pregunta:
¿Quién es Jesús para ti? ¿Cuál es el papel de Su Iglesia?
La Tarea de esta Semana:
En lugar de quejarse esta semana, trate de ver los inconvenientes y las dificultades como oportunidades para confiar en Dios y aceptar el sacrificio como una expresión de amor.
Oración del Grupo
Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar; el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar; y la sabiduría para conocer la diferencia. Viviendo un día a la vez; Disfrutando un momento a la vez; aceptando las adversidades como un camino hacia la paz; Pidiendo, como lo hizo Dios, en este mundo pecador tal como es, y no como me gustaría que fuera; Creyendo que Tú harás que todas las cosas estén bien si yo me entrego a Tu voluntad; De modo que pueda ser razonablemente feliz en esta vida e increíblemente feliz contigo en la siguiente. Amén.
La oración continue con el salmo 33.
Salmo
Respuesta: El Señor me libró de todos mis temores.
Bendeciré al Señor a todas horas,
no cesará mi boca de alabarlo.
Yo me siento orgulloso del Señor,
que se alegren su pueblo al escucharlo.
R: El Señor me libró de todos mis temores.
Proclamemos la grandeza del Señor,
y alabemos todos juntos su poder.
Cuando acudí al Señor, me hizo caso
y me libró de todos mis temores.
R: El Señor me libró de todos mis temores.
Confía en el Señor y saltarás de gusto,
jamás te sentirás decepcionado,
porque el Señor escucha el clamor de los pobres
y los libra de todas sus angustias
R: El Señor me libró de todos mis temores.
Junto a aquellos que temen al Señor
el ángel del Señor acampa y los protege.
Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Dichoso el hombre que se refugia en él.